Chrysler Grand Voyager, «enchufado» a la autonomía extendida
Chrysler pone en marcha un ambicioso proyecto de vehículos eléctricos de «autonomía extendida», conocidos por las inciales ENVI, y cuya gama se declina en cinco modelos: 200 CEV Concept, Jeep Patriot EV, Dodge Circuit EV, Jeep Wrang
|||| Declaración de intenciones. «Hace veinticinco años, Chrysler inventó el monovolumen» (apunta Frank Klegon, vicepresidente ejecutivo). Ahora, afirma Klegon, el proyecto ENVI permite reinventar el monovolumen eléctrico de bajo consumo, autonomía extendida y con capacidad para siete pasajeros. Chrysler parece tenerlo meridianamente claro en el camino de las «emisiones cero» con, eso también, la propuesta de vehículos de utilización auténticamente práctica y utilizable en el día a día de los usuarios.
El Grand Voyager combina los componentes eléctricos con un pequeño motor integrado y un generador que produce electricidad adicional para propulsar el sistema eléctrico cuando se requiere. Combinación que proporciona todas las ventajas de un vehículo eléctrico que, al parecer, termina -“o comienza a hacerlo- con la leyenda negra de una recortada autonomía. La propuesta de Chrysler (65 kilómetros sólo «en eléctrico» y 640 totales) equipara la capacidad de recorrido con la de los actuales vehículos propulsados por gasolina.
El Grand Voyager EV se convierte así en un vehículo familiar de gran capacidad, bajo consumo y emisiones.
Doble propuesta
Para sus futuras gamas ENVI, Chrysler divide en dos esta nueva tecnología de bajo consumo: vehículos completamente eléctricos y los llamados de autonomía extendida, cuyos modelos combinarán la alimentación eléctrica con un pequeño motor de gasolina que les permitirá recorrer más kilómetros sin que el conductor tenga que estar «acuciado» por la recarga de las baterías.
La propuesta más novedosa del fabricante americano viene dada por el 200 C EV Concept (todavía en fase de prototipo), una berlina de propulsión trasera que rinde 268 CV, acelera de cero a cien en 7 segundos y cuya punta se sitúa en 193 por hora.
Se trata, como el lector ya habrá adivinado por las fotografías, de una inspiración «limpia» del conocido 200C de innegable arraigo comercial en los catálogos de Chrysler. La batería 200C EV tiene una autonomía de 65 kilómetros, sin utilizar gasolina y sin emisiones. El prototipo cuenta con un pequeño motor de gasolina y un generador eléctrico integrado que produce electricidad hasta ampliar la autonomía del coche hasta los 640 kilómetros.
La eficacia es un elemento clave en el diseño del 200C EV, habida cuenta que la aerodinámica juega también un papel fundamental en la optimización del consumo. El afilado frontal resulta ser una interpretación moderna del conocido emblema alado de Chrysler, a la vez que su característico enrejillado continúa definiendo la imagen de marca.
Los diseñadores han concebido los faros delanteros y los grupos ópticos traseros como elementos «esculpidos» en la propia carrocería, que acaba por ofrecer unas líneas muy suaves y envolventes. Tampoco los aerodinámicos retrovisores exteriores y las manillas de las puertas encastradas rompen el estudio aerodinámico del coche.
Una filosofía de fabricación que se advierte también en el habitáculo. Cómodo y moderno, el interior del 200C EV ofrece un innovador compendio de tecnología informática y conectividad, que puede personalizarse para adaptarla a las necesidades del usuario o simplificarse en razón de sus preferencias. Similar a los últimos dispositivos electrónicos táctiles, pueden moverse las imágenes en la pantalla táctil, seleccionar funciones de información y entretenimiento para los ocupantes, personalizar imágenes, fondos, modos, volumen de audio e iluminación mediante un simple toque de pantalla.
PC para viajeros, oculto en el salpicadero se encuentra un ordenador personal que permite al pasajero delantero utilizar Internet, acceder al navegador, manejar información del vehículo y hasta leer el manual del usuario, entre otras funciones.
Este ordenador personal, que puede trasladarse de la parte delantera a los pasajeros de las plazas traseras, también permite conectarse a la red doméstica o a la oficina, controlar la iluminación del domicilio, encender electrodomésticos o manipular el interfono. Una tecnología capaz de conectar un teléfono «inteligente» al vehículo, que puede programarse hasta para arrancar el coche, ajustar la apertura de puertas y ventanillas y programar la temperatura de climatización. El sistema puede descargar información en el teléfono, manteniendo informado al usuario del estado de los sistemas del vehículo como, por ejemplo, el nivel de carga de la batería.