Diario de León

Las empresas de áridos reducen cada vez más su impacto ambiental

Insustituibles para la sociedad actual, se han convertido en la primera materia prima consumida por el hombre después del agua, calculándose en 19 kilogramos por persona y día. Sin embargo, su extracción tiene un impacto ambiental que las empre

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|||| Reciben el nombre de áridos los materiales granulares (pequeños trozos de roca) extraídos de una cantera o gravera. Aunque griegos y romanos ya mezclaban arena, grava y rocas como base de una especie de hormigón que utilizaban para construir edificios o calzadas, la aparición del cemento y del hormigón a finales del XIX supuso una revolución a la que se añadió la creación de las redes de ferrocarril y carreteras, así como las obras públicas, que hicieron necesario el uso de nuevos materiales en grandes cantidades.

A partir de ahí se produce el apogeo de los áridos como sector productivo dependiente en gran medida de la actividad constructora, hasta el punto de ser imprescindibles ya que se emplean en todos los ámbitos de la construcción: vías de comunicación, equipamientos, viviendas o industrias químicas. De esta forma, se han convertido en la primera materia prima consumida por el hombre después del agua calculándose unas siete toneladas por habitante y año, es decir, 19 kilogramos diarios.

Impacto ambiental

Según la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (Anefa), los áridos son considerados como materiales baratos, abundantes y situados necesariamente cerca de los centros de consumo, de composición y textura diversa, con características muy distintas. Esta diversidad comienza con el tipo de yacimiento y el enclave geológico, y continúa con las técnicas de explotación y procesos de trituración de todo lo que se extrae de la cantera o gravera.

España está en los puestos de cabeza de Europa en cuanto a producción y consumo de áridos, con unos 600 millones de toneladas, sólo superada por Alemania. La industria se rige por la legislación que regula las extracciones mineras, lo que supone exigencias destinadas a minimizar su impacto ambiental. Por eso, Anefa cuenta con un decálogo de principios que persigue una adecuada integración medioambiental de las explotaciones y plantas de tratamiento de áridos.

En un artículo que publica la revista Consumer se indica que los impactos sobre el medio ambiente derivados de la extracción de áridos suponen desde la generación de ruido y vibraciones hasta la emisión de sustancias contaminantes. Además, se utiliza agua, pudiéndose producir vertidos a las redes de agua pública, ríos o arroyos, algo que, según Anefa, es «prácticamente inexistente y cuando se produce, siempre en pequeñas cantidades, es de forma controlada y con la debida autorización».

Como canteras y graveras se encuentran en un entorno natural, su explotación modifica el paisaje. Por eso, además de tratar de reducir su impacto visual, las empresas deben tener en cuenta la protección de la biodiversidad. El transporte también causa impacto ambiental ya que en su mayor parte se realiza por carretera. En el aspecto energético, la actividad extractiva requiere de equipos que necesitan combustible y electricidad. No obstante, la maquinaria y los sistemas son cada vez más eficientes para reducir el impacto y mejorar las condiciones laborables de los trabajadores.

La legislación obliga a las empresas de extracción a disponer de un Plan de Restauración de los terrenos y superar una evaluación de impacto ambiental, así como a depositar un aval que garantice su realización. Implica una detallada planificación que incluya todos los aspectos que afectan al entorno como son la gestión del suelo y agua, la reposición de flora y fauna, la integración paisajística, el acondicionamiento de escombreras, balsas y presas o la demolición de estructuras y cimentaciones se realicen de manera apropiada.

Además, deben aprovecharse los movimientos de tierra derivados de la actividad extractiva para restaurar de forma paralela las zonas ya explotadas, sin esperar a finalizar la actividad. Las posibilidades de restauración son muy diversas, como canteras convertidas en terrenos agrícolas, bosques, zonas de recreo, polígonos industriales y un largo etcétera.

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