Dacia Duster, un crossover futurista
|||| El Duster, un futurista crossover, supone todo un golpe de efecto: en el lado del conductor, es un coupé deportivo; en el del pasajero, el Duster es un monovolumen con puertas de apertura antagónica.
Una dualidad que Dacia propone con una silueta alta (1,49 metros), unos reducidos voladizos (65 centímetros en la parte delantera y 80 centímetros en la trasera), una batalla de 2,80 metros entre ejes y unas compactas dimensiones (4,25 metros de largo, lo que mide un Logan, y 1,64 de ancho) de tal forma que el Duster se presenta, al primer golpe de vista, como un crossover que conjuga robustez y carácter deportivo. Con, además, un sorprendente estudio aerodinámico (Cx 0,30) que, entre otras cosas, presenta unos intermitentes en forma de alerón, pilotos traseros que cabalizan el flujo de aire lateral o unos afilados y sobreelevados retrovisores exteriores.
La pintura «gris antracita» y la gran superficie acristalada de la carrocería monobloc , gracias a la ausencia de pilar central, acentúan la línea e identidad visual del Duster.
En el interior, además de la singularidad de los asientos delanteros montados al tresbolillo, el Duster ofrece una extraordinaria modularidad. En pocos segundos, puede pasarse de una configuración 4 plazas en el «modo cotidiano» al «modo deportivo», gracias a unos raíles ocultos en el suelo, el asiento del pasajero se desliza debajo del asiento del conductor; de forma que ambos asientos se convierten en uno y dejan un volumen de 2 metros cúbicos. Así, la capacidad de carga oscila entre 470 y 2.000 litros. Una muesca en el suelo y una cinta situada debajo del salpicadero permiten, por ejemplo, guardar una bici de trial en ese espacio libre.
El prototipo Duster monta el eficaz turbodiesel de origen Renault 1.5 dCi (105 CV), unido a un cambio manual de 6 marchas, que anuncia un consumo de sólo 5,3 litros a los cien kilómetros.