Malas noticias para las mascotas alérgicas
Según los alergólogos, esta primavera irá acompañada de una descarga extra de polen contra la que los animales alérgicos también han de estar prevenidos
|||| Son muchos los casos de alergia que se diagnostican al cabo de año. En España alrededor de un 20% de los perros y gatos son alérgicos. El prurito o picor sigue siendo uno de los motivos de consulta más frecuente en la clínica veterinaria, y las causas más probables asociadas a este signo en perros y gatos son las alergias. Se trata de animales tanto jóvenes como adultos que de forma repentina comienzan a sufrir los primeros síntomas. Sobre todo el rascado o lamido más o menos intenso que puede llegar a provocar graves lesiones en la piel. Ésta se enrojece, aparecen eczemas, pápulas, alopecias, sobre todo en la zona axilar, ingles, mentón, pabellones auriculares, abdomen, o incluso a veces por todo el cuerpo. El pelo pierde brillo y se vuelve escaso, la piel se oscurece y a veces presenta mal olor. También podemos encontrarnos con problemas oculares y respiratorios debidas a la inflamación local que provoca el alérgeno, conjuntivitis, asma, rinitis etc.
La alergia se desencadena cuando el animal entra en contacto con el polen procedente de una gran diversidad de plantas, entre ellas las abundantes gramíneas, familia botánica que supone alrededor de un 20% de la superficie vegetal del mundo. Pueden darse reacciones cruzadas entre los pólenes de diferentes géneros de gramíneas, de manera que un paciente alérgico a uno de ellos puede llegar a serlo también a la mayoría de los pertenecientes a la misma familia.
Las partículas de polen penetran profundamente el las vías respiratorias y es entonces cuando desencadenan la reacción de hipersensibilidad. Este año debido a las abundantes lluvias otoñales, se prevee una polinización muy intensa y el pico más importante tendrá lugar en los 3 meses próximos.
¿Cómo se previene la alergia?
No hay que olvidar que se trata de una enfermedad programada genéticamente y que tanto en personas como animales siempre hay una predisposición a padecerla. Por este motivo no existe una manera eficaz de prevención salvo evitar el contacto con el alérgeno en cuestión, en este caso las gramíneas.
La inmunoterapia es el tratamiento de elección y en la actualidad es el único que cura la enfermedad, con un grado de efectividad del 85%, sin presentar efectos secundarios al contrario de lo que sucede con los tratamientos médicos síntomáticos (conticoides, inmunosupresores etc). En los animales en lo que no se alcanza la remisión total de los síntomas, se suele observar cierta mejoría y en otros nos permite bajar la dosis del inmunosupresor. Es un tratamiento hiposensibilizador que actúa a modo de vacuna. Su composición incluye un número limitado de alérgenos, aquellos con mayor reactividad y que están más presentes en el entorno del animal. Consta de dos fases, de iniciación y mantenimiento, y una vez comprobados los resultados se valora cuánto tiempo se mantiene, aunque los expertos lo recomiendan de por vida.