Una de las primaveras más difíciles para los alérgicos
La concentración de polen de gramíneas superará durante los próximos meses los 5.100 granos por metro cúbico en España, en el que será uno de los años más complicados de la última década para las personas que sufren alergia
|||| Lo que es bueno para el bazo, no lo es para el espinazo. Las abundantes lluvias registradas en otoño e invierno han beneficiado a los embalses y al campo, pero supondrán una tortuosa primavera para los cerca de ocho millones de españoles que son alérgicos al polen, la mayoría de ellos al de las gramíneas, cuya floración será más esplendorosa y preocupante. El índice de pluviosidad entre septiembre y enero ha sido un 50% superior al del año pasado. Esta variable predetermina que la estación de las flores será este año un via crucis para las personas con polinosis, máxime cuando la primavera que se avecina se sitúa entre las tres más intensas de la última década, según la predicción habitual que presenta anualmente la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).
Los expertos pronostican una primavera difícil y complicada por su polinización intensa. Las concentraciones acumuladas de polen de gramíneas superarán los 5.100 granos por metro cúbico de aire, frente a los 4.000 registrados en el 2008 y cuatro veces superior a la detectada en el 2005. Los picos mayores de alergia al polen se darán entre el 15 de mayo y el 15 de junio. Serán los momentos «más complicados» y llevarán aparejado un aumento espectacular de las consultas médicas por las personas que padecen rinitis alérgica y asma. Los alérgicos a las gramíneas con síntomas más leves vivirán de nuevo el calvario del picor de ojos, los ataques de estornudos, los lagrimeos y la congestión nasal. Las previsiones solo se pueden alterar si los meses citados son excesivamente secos o lluviosos.
En los últimos años, se ha constatado que en las alergias al polen se han ensanchado los rangos de edad, toda vez que ya afecta a niños y personas de la tercera edad, algo que se consideraba raro hasta hace poco tiempo, dijo Jabier Subiza, coordinador del Comité de Aerobiología de la Seaic. «El pico máximo se da a los 22 años, pero esta enfermedad ya puede afectar a cualquiera», indicó.
Además, en los dos últimos años se ha verificado un singular cambio de tendencia, y es que la máxima concentración de gramíneas se ha prolongado hasta el mes de julio, una situación también novedosa.
Partículas diesel
Pero no solo la polinización agrava los síntomas de los alérgicos. Otro factor esencial es su conjunción con la contaminación atmosférica y, en especial, con las partículas que expulsan los motores diesel, que suponen un gran porcentaje del parque automovilístico.
Cuando interactúan con las gramíneas incrementan el poder de los alérgenos, lo que explica que la prevalencia de alergias sea en las ciudades tres o cuatro veces mayor que en el campo.
Las dos Castillas, Extremadura y el interior de Levante y Andalucía -”en general, la España seca continental-” son las peores zonas para la polinosis, ya que presentan las concentraciones más altas de gramíneas. En la España verde, como el macizo galaico y la cornisa cantábrica, la polinización es moderada, toda vez que las lluvias se producen en los meses de floración.
Las gramíneas constituyen la primera causa de polinosis y el olivo la segunda, aunque en muchas zonas ocupa el primer lugar, como en las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla, Málaga, Granada, Ciudad Real y Toledo.
La parietaria es una familia de malezas muy alergénica cuyo polen se da en muchas de las áreas costeras del Mediterráneo, como las provincias de Barcelona, Valencia y Murcia. Su periodo de polinización se prolonga de febrero a noviembre. Este polen también es importante en el norte de España, especialmente en La Coruña.
Los pólenes de las cupresáceas son de invierno y se registran entre los meses de enero y marzo. Los del plátano de sombra surten efecto entre marzo y abril.
Inmunoterapia
Las estimaciones apuntan que en España hay más de 10 millones de personas alérgicas. La rinitis alérgica, que sufre entre el 20 y el 25% de la población, y el asma, que padece entre el 5 y el 10%, son patologías alérgicas asociadas también a la estación primaveral. Aunque sólo uno de cada diez alérgicos se vacuna, los expertos indican que la inmunoterapia es el único tratamiento que puede modificar la evolución de la enfermedad alérgica -”rinoconjuntivitis y asma bronquial-” por sensibilización a los pólenes, ácaros, epitelios de los animales y hongos. Para los pacientes con síntomas muy leves o, en el otro extremo, síntomas muy graves no se recomienda la vacuna. El 80% de los alérgicos a las gramíneas que utilizan inmunoterapia se liberan de los síntomas, según Tomás Chivato, presidente de la Seaic.
Ante la polinización, los especialistas recomiendan a los afectados que no vayan a parques, jardines o zonas con abundante vegetación y que eviten especialmente el césped. También recuerdan que los días secos y calurosos son los que tienen mayor concentración de pólenes en el aire, sobre todo si vienen tras una lluvia.