Mercedes SLS AMG, nuevo «Alas de Gaviota» para el XXI
El nuevo «Alas de Gaviota» (V8 de 571 CV), que llegará al mercado en la primavera del 2010, es el primer modelo exclusivamente desarrollado por AMG, el «preparador» de culto de Mercedes-Benz, que cumple cuarenta años de
|||| Camuflado... en fase de pruebas. Tardará todavía un año en llegar, aunque Mercedes, en una acción informativa poco habitual, ha desvelado las primeras fotografías oficiales del súperdeportivo con el que AMG, preparador de culto en la estrella plateada, festeja su cuarenta aniversario. También es la primera vez que AMG desarrolla íntegramente un coche, sin transformación alguna sobre un modelo de serie.
Para ambos fabricantes, la reedición del mítico «Alas de Gaviota», icono automovilístico de los cincuenta, supone toda una carga emocional, que va más allá de los simples recuerdos.
Aunque todavía como prototipo en fase de pruebas, convenientemente camuflado para no desvelar del todo sus formas definitivas, sí que se han dado ha conocer los datos fundamentales del nuevo SLS AMG: carrocería y chasis de aluminio con, desde luego, puertas en apertura «hacia arriba», las que dieron nombre e hicieran famoso a su ancestro y motor central delantero V8 de 6.3 litros que entrega 571 CV (65,6 metros/kilo de par a 4.750 vueltas) con un ultraligero árbol de transmisión en fibra de carbono (similar al que se utiliza en el Mercedes C del Mundial de Turismos DTM) y con la caja de cambios montada en el eje trasero (ya saben, esquema «transaxle»). Se trata de una caja AMG, de doble embrague y 7 velocidades, con la que el conductor puede elegir entre cuatro tipos de escalonamiento, desde el más confortable hasta el más deportivo, incluyendo la función «RACESTART». Además, el diferencial autoblocante, integrado en la carcasa del cambio, se encarga de una óptima motricidad -“propulsión- al eje trasero.
La utilización del aluminio en la carrocería de este nuevo «Alas de Gaviota» (1.620 kilos, una relación peso/potencia de 2,84 Kg/CV), propicia unas prestaciones de escándalo : 3,8 segundos para acelerar de cero a cien y 315 por hora de punta, mientras el consumo homologado no supera los 13 litros de media.
También el idóneo reparto de pesos, 48/52 entre los ejes delantero y trasero, así como el bajo centro de gravedad, acentúan la deportividad del SLS AMG.
Los discos de freno son cerámicos (pesan un 40% menos que los convencionales) y los neumáticos, montados en llantas de 19 y 20 pulgadas, han sido especialmente desarrollados para este coche: 265/35 R19 delante y 295/30 R20 detrás.
En definitiva, toda una joya, que rinde culto a una de las realizaciones más sugestivas que haya fabricado nunca Mercedes.