Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

|||| Los que aman a Andrés Calamaro están de enhorabuena. Los que lo odian verán con asombro como cada uno de sus regresos se convierte en acontecimiento. Con menos verborrea, y siempre en periodo de retroalimentación, el argentino anuncia un pack completo, seis cedés, dvd, libro de unas doscientas páginas-¦ como credenciales para saltarse la crisis discográfica y hacerse interesante en estos tiempos que corren. Se quita el apellido y el trabajo lleva el título de Andrés .

Con la vista atrás, Andrés Calamaro ha acostumbrado al personal a que lo suyo siempre pasa por la antología. Y podría pensarse que peca de exceso de celo a la hora de seleccionar canciones, como si todo le valiera. Con aquel El Salmón , metió 103 canciones, él decía: «Como el brandy», y Joaquín Sabina le replicaba: «Yo, ese disco me lo he escuchado enterito, cosa que no ha hecho ni el propio Andrés-¦». Pero siempre va más allá del autohomenaje y cuando despacha tanto material es porque lo hace cargado de referencias y reminiscencias de sus grandes, que bien pueden ser Bob Dylan o los mismísimos Beatles.

Que vuelva Calamaro es una gran noticia. Porque, pese a quien le pese, aportó, antes y después de sus años por España, un filón de forma de hacer letras en español que liberó de complejos anglo y, hasta cierto punto, implicó estilos que por cercanos, o por aquello de matar al padre, los músicos rock rechazaban.

tracking