El conejo, un nuevo animal de compañía

|||| El conejo ha pasado de ser un animal de granja que se destinaba puramente al consumo humano a convertirse en un mienbro más de la familia en muchos hogares del mundo. Los perros deben salir de paseo regularmente y pueden llegar a ser muy ruidosos, los gatos no necesitan salir a la calle para hacer sus necesidades pero en cambio tienen por costumbre afilar sus uñas en los muebles de la casa y son algo independientes. Las aves como los periquitos, canarios, etc apenas se dejan acariciar y aunque también se consideran animales de compañía no se prestan de la misma forma, por ejemplo al juego o a cogerles en brazos. Los hámsters desarrollan sus actividades al anochecer o durante la noche, de manera que los más pequeños de la familia no pueden disfrutar tanto de ellos. Finalmente, entre todos los animales domésticos, nos quedan los cobayos, chinchillas y los conejos.

Con la adquisición y el posterior mantenimiento de cualquier animal por lo tanto también de un conejo se adquiere una gran responsabilidad. Requieren unos cuidados alimentarios muy específicos, así como una correcta vacunación y desparasitación en el caso de que tengan acceso al exterior, algún jardín o que salgan a pasear por zonas donde puedan haber estado otros animales. La vigilancia diaria incluiría comprobar el estado de las heces, el pelaje, la actividad del animal, si come y bebe con normalidad etc, además de inspeccionar con cierta regularidad el estado de sus dientes. Deben permanecer firmes y los superiores ligeramente sobrepasan los inferiores. Es frecuente encontrarnos con un sobrecrecimiento de los incisivos o también llamada maloclusión. El origen de esta patologia suele asociarse a una falta de abrasión (desgaste) ya sea con material fibroso de la comida ó con juguetes que por la dureza de su superficie lo permitan, o en segundo lugar por una maloclusión de origen esquelético (prognatismo ó braquignatismo).

No deben dejarse sueltos por toda la casa, que sin ellos saberlo está llena de peligros (riesgo de electrocución si muerden un cable), por lo que lo ideal sería que permaneciera en una jaula, que será donde ellos se sientan protegidos, teniendo en cuenta que se consideran presas, y de esta manera se verán a salvo de cualquier depredador. Dentro de la jaula dispondrán de una zona destinada a depositar sus necesidades, un bebedero que deberá renovarse al menos una vez al día, un comedero y por última una zona de juegos y para descansar o dormir. Soltarle significaría dejar solo una parte de la casa libre de peligros para que goce unos momentos de mayor libertad y haga ejercicio, pensando siempre en su curiosidad y tendencia a roer gran parte de las cosas que estén a su alcance. Puede convivir con otros animales, como los cobayos, e incluso con un perro siempre y cuando éste no sea agresivo. En el caso de los felinos probablemente la tarea se complique algo más, no hay que dejarlos solos en ningún momento hasta que se adapten totalmente.

Para aquel que desee igualmente contar con la compañía de una mascota, los conejos son una muy interesante alternativa. Estos simpáticos animales serán sin duda un miembro más de la familia.