Chrissie Hynde se pasea por España

Hablar de The Pretenders conduce indefectiblemente a lo que se llamó la fructífera new wav e inglesa, pero hete aquí que Chrissie Hynde es norteamericana de Ohio, de Akron para ser exactos. Dato que puede servir para comprender por qué siempre ha prevalecido su vena rockera (aunque sus momentos más inspirados los haya tenido cuando se ha dejado llevar por devaneos pop). Que ahora siga, en el 2009, a los cincuenta y tantos, tiene varios justificantes, pero uno principal: nunca se fue, o al menos, del todo, nunca abandonó el rock-show . Y otro, que casi habría que situar en el capítulo de atenuantes, y que aparece al principio de la biografía de la banda: lanzaron dos discos enormes y en menos de un año murieron por sobredosis dos de los miembros de la formación original. Con esos precedentes, que luego haya habido momentos de silencio, desconcierto e inestabilidad, es lo mínimo que se podría esperar.

Esta dramática circunstancia, que fue devastadora para el futuro convencional de la banda, como no podía ser menos, hizo que The Pretenders se movieran entre el mundo de los mitos y la realidad, con altibajos y con un pasado que siempre pasaba por encima de cualquier futuro. Pero la clave está en la Hynde y ella está muy viva. Y, además, es una chica fiel a su banda desde el principio y parece que hasta siempre. Por eso ha regresado y, aunque mantiene esa pose de aquí estoy yo, su actitud es la de aprovechar el cierto momento revival que vive la música en general; ahora que los discos, en su formato actual, están condenados a venderse bajo el apetecible precio de cinco euros y ni uno más, según los expertos. Por cierto, Jabalina, una indie española, hace tiempo que lo practica. Y otras muchas más.

Pero The Pretenders, esto es, Chrissie Hynde, no están en este negocio para vender discos ni para estar pendientes de cómo va el show bussiness. La mismísima Hynde ha dicho que no le preocupa y que ella a lo que se dedica es a componer canciones, prepararlas, grabarlas y ponerlas a punto para el directo.

Y en este regreso, si es que se había ido, lo que sí quiere garantizar la cantante y compositora es un regreso a los orígenes de aquellos maravillosos Pretenders y Pretenders II , sus dos primeros discos. Y para volver a los viejos tiempos, la diva del rock ha contratado a gente nueva. Para verla, siete conciertos en ocho días. Y lo más cerca de León, el primero de ellos (1 de julio en la Riviera de Madrid) o el último (8 de julio en el Kursaal de San Sebastián).