La eutanasia, una difícil decisión
La mayoría de las muertes producidas en las clínicas veterinarias son resultado de eutanasias
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Es un tema delicado que el veterinario debe comentar con sumo cuidado una vez llegada la hora de plantearse su realización. ¿Cómo saber cuándo ha llegado el momento de poner fin al sufrimiento de nuestra mascota? Es el dueño el que toma la decisión finalmente, pero en gran parte de los casos el veterinario es el que aconseja llevarlo a cabo. Muchas veces hay que tener en cuenta varios aspectos.
En primer lugar la enfermedad que en esos momentos afecta al animal con sus posibilidades de curación y su pronóstico a corto y largo plazo. La edad del animal es algo importante a considerar ya que muchos propitarios de mascotas geriátricas por motivos económicos deciden eutanasiar al animal debido a los costes tanto de las pruebas diagnósticas como de los tratamientos, en relación a los años que le quedan por vivir.
Otro caso es el de las enfermedades terminales contra las que nada se puede hacer y lo único que cabe esperar es que en el momento en el que el animal comience a sufrir para realizar el sacrificio.
La eutanasia puede der también necesaria para aquellos animales que estando sanos suponen un peligro para las personas debido a trastornos de comportamiento que no pueden ser modificados, ya sea médicamente o bien por un etólogo especialista.
Sufrimiento. La eutanasia es un acto clínico cuya finalidad es poner fin al sufrimiento irremediable del animal, cuando no hay alternativa médica, provocando la muerte de una manera plácida, sin dolor, temor ni ansiedad.
Se realiza en el momento en que nuestra mascota deja de tener una vida digna, pierde sus facultades físicas y psíquicas como ser vivo. No siempre se requiere una solución inmediata, ya que es necesario que el propietario se tome un tiempo para reflexionar junto al resto de la familia.
En un ningún caso es un procedimiento que pueda hacer cualquiera en casa. Siempre debe ser realizada por un veterinario empleando los métodos y productos adecuados.
Trás la eutanasia existen diferentes opciones a la hora de gestionar la eliminación del cuerpo del animal. El método más demandado es la incineración, tanto individual como colectiva. Es llevada a cabo por empresas que se encargarán de recoger el cadáver y en el caso de que el propietario lo solicite, proporcionarle las cenizas de su mascota recogidas individualmente. También es frecuente enterrarlos en el caso de personas que disponen de un terreno y siempre que el animal no sobrepase los 15 kilos de peso, en cuyo caso la ley lo prohibe. Incluso actualmente en España podemos encontrar cementerios de animales donde enterrarlos.
Es algo a lo que hay que estar preparado. Saber que las mascotas no pueden vivir toda vida junto a nosotros y por lo tanto debemos disfrutar de ellas al máximo.
La pérdida de un animal es algo natural y en ningún momento debemos dejarnos llevar por el sentimiento de culpabilidad o la sensación de no haber hecho lo suficiente por ellos. Debemos pensar que más triste que la muerte es la forma de morir.