VW Polo, no hay quinto malo...

Quinta entrega. Estrena cinco motores y hace gala de una excelente dinámica con, además, un sensible ahorro de combustible.

Realizado en clave de pequeño Golf , incluso habrá quien lo confunda estéticamente con su hermano mayor -”sobre todo por el frontal marca de la casa-”, el nuevo Polo aumenta sensiblemente su percepción visual: marcados aletines en los pasos de rueda, generosos parachoques, «hombros» abultados y, ya se ha dicho, un frontal en línea con los demás productos del fabricante. Consecuencia: una estética de los más contundente y hasta se diría musculada para el ya célebre -”y longevo-” utilitario de VW.

Más largo y ancho, también más bajo, que el actual, el nuevo Polo gana 5,4 centímetros de longitud y 3,2 de anchura (3,97 y 1,68 metros totales respectivamente). La distancia entre ejes se mantiene (2,47 metros) aunque se ensanchan las vías, lo que también contribuye poderosamente al aplomo del coche. Estas nuevas cotas influyen ligeramente en la habitabilidad interior y en un maletero que gana una decena de litros: 280 en posición normal y 952 litros cuando se abate el respaldo trasero.

En general, se aprecia una sensible mejora de materiales en la construcción del Polo V, además de unos ajustes dignos de segmentos superiores, con la guinda de un tablero de instrumentos orientado hacia el conductor y una instrumentación en tono blanco, «curiosamente» estrenada hace algunos meses en la también nueva generación del Golf.

Dado que el Polo no desembarcará en el mercado español hasta septiembre, no están todavía del todo definidos los acabados disponibles para nuestro mercado, lo que si se sabe es que inicialmente sólo se contará con la carrocería de cinco puertas, la de tres llegará posteriormente (presumiblemente hacia finales de año).

Con todo, sí que cabe apuntar que la gama se declinará en dos acabados: Advance y Sport, en los que se incluyen elementos como el ESP, seis airbag, radio con CD y MP3, además de la climatización y las llantas de aleación (Sport). Tampoco se descartan otros elementos superiores, como el «Hill Hold Control» de ayuda al arranque en pendiente o las luces diurnas.

Nuevos turbodiesel

La base mecánica de la nueva gama Polo es la misma del Ibiza -”con una filosofía de suspensiones más confortable-” en la que se incluyen los nuevos motores turbodiesel del Grupo VW; es decir, con rampa común y filto de partículas en lugar del obsoleto inyector-bomba.

Tres son estas propuestas TDI, que cubican 1.6 litros de cilindrada y entregan 75, 90 y 105 CV, que vienen a sustituir -“con evidente ventaja-” a los actuales 1.4 y 1.9 TDI. Una media de consumo de 4,2 litros por cada centenar de kilómetros y unas emisiones de 109 g/km de CO2 son sus mejores bazas que, dicho sea de paso, entroncan perfectamente con el carácter práctico y utilitario del modelo.

Además, la versión de 90 CV puede combinarse con el paquete Bluemotion en el que se incluye el sistema «start/stop» y otras aplicaciones ecológicas (3,6 litros de consumo medio y 96 g/km). El año próximo, está versión Bluemotion se reemplazará por un 1.2 TDI de 75 CV, para el que VW anuncia un consumo medio de 3,3 litros a los cien y 87 g/km de CO2.

La oferta de gasolina viene dada por el 1.2 de 70 CV, el 1.4 de 85 CV y la joya de la corona , el 1.2 TSI turbo (inyección directa) que entrega 105 CV (5,5 litros de consumo medio) y, eso sí, por el que habrá que esperar hasta principios de 2010.

Las cajas de cambio son manuales de 5 y 6 marchas y también está prevista la reputada DSG automática secuencial de 7 velocidades, que se montará opcionalmente en las versiones gasolina 1.4 y 1.2 TSI y en el 1.6 TDI de 90 CV.

En suma, que el Polo adquiere una evidente mayoría de edad , sin abandonar su impronta de coche utilitario, práctico y, ahora también con unas pinceladas de modernidad que le sientan de maravilla.