Cuando el pan se convierte en gozosa

Uno de los complementos gastronómicos más importantes, incluso podemos decir que imprescindible, es el pan. Hasta hace no demasiado tiempo en este país de nuestros gozos y nuestras sombras, al pan se le daba muy poca importancia, aunque era parte fundamental de nuestra dieta. Los trasnochadores profesionales del ramo hacían barras y hogazas de trigo sin ningún matiz intermedio. Hoy en día, las cosas han cambiado y podemos dar grandes satisfacciones a nuestro paladar con una larguísima carta de de panes de diferentes sabores, de distintas texturas, de los más variados y apetitosos colores.

Recorriendo las calles del viejo León nos hemos encontrado con una sorpresa, una panadería que abre sus puertas en una esquina de la calle de Serranos, casi ya en su final, cuando está a punto de salir de las murallas por el arco de San Pelayo o de la Cárcel. Allí por donde amenazan con posarse las ya míticas y denostadas moscas del ilustre Arroyo.

La nueva panadería, lleva ocho meses funcionando, está regentada por toda una familia, dos hermanas, Ana Isabel y María Azucena, y sus correspondientes maridos, José y Frank.

La familia de Isabel y Azucena se fue a Alemania al principio de los setenta en busca de un trabajo que aquí no se encontraba por ningún sitio, y allí crecieron ellas y allí trabajaron en la industria panadera. Pero un buen día decidieron volver a su tierra y pensaron: «Nada mejor que llevar a León toda la enorme variedad de panes y dulces que hay en Alemania. Pensamos que la gente aceptaría bien las novedades que podíamos aportar, ya que aquí si nos salimos del trigo, los demás cereales se conocen y se consumen mucho menos-¦ creímos, pues, que traer aquí las especialidades panaderas germanas sería un acierto».

Todas las elaboraciones que se ofrecen en Los Alemanes, son típicas de aquellas tierras, «Desde el bollo de trigo hasta el sabroso pan de malta de cerveza negra, todo es alemán. Entre nuestras especialidades figuran elaboraciones con multicereales, el pan de avena, las distintas versiones de centeno, una de ellas, la de masa madre, le permite estar fresco durante mucho tiempo. Además también incorporamos gran variedad de semillas como sésamo, pipas de calabaza y girasol, nueces, pasas-¦ y es que el pan en Alemania tiene una interminable lista de variedades, todas ellas estupendas y la mayoría desconocidas para los leoneses. Quizá una de las cosas que más sorprende es la de semillas de amapola, que en Alemania es muy frecuente».

Pero en Los Alemanes también hacen repostería, «Sí, los tradicionales pasteles alemanes y las tartas de queso que son muy típicas de allí»,

En los ocho meses que llevan abiertas sus puertas, Los Alemanes han conseguido una clientela importante. «Lo mejor -nos dicen- es que se trata de un clientela fija, que vuelve cada día a comprar el pan y que experimenta los distintos sabores hasta conseguir encontrar el que de verdad gusta a la familia. Y cada día son también muchos los que se acercan un poco en plan de aventura, a conocer nuestras elaboraciones, a sorprenderse con algunas clases de pan que ni se imaginaban que existían».

Digamos por último que Los Alemanes, elaboran cada día todas sus especialidades en su propio obrador y que su establecimiento está dorado de una pequeña barra donde los clientes pueden degustar un café junto al pan y los dulces que se han traído de tierras germanas.