Nuevo urbanita del «chevron»... C3
Citroën renueva su urbanita de bandera, mejora la aerodinámica y rebaja el peso, consumos y emisiones
Bueno y bonito. La segunda ge neración del C3, precedida de la versión Picasso que complementa la gama, multiplica el efecto VisioEspace con un parabrisas panorámico que se adentra tanto en la estructura del techo que prácticamente llega hasta el pilar central y además, frente a las angulosas líneas del Picasso, redondea tanto sus formas que hasta las contornea, recordando incluso a las de su hermano mayor el C4. Consecuencia: 0,30 de coeficiente aerodinámico.
El tal parabrisas panorámico, «Zenith» lo llaman en el chevron , amplia hasta los 80º el campo de visión hacia la zona superior del techo y, sobre todo, le confiere un aspecto de lo más exclusivo -”se diría estratosférico-” al nuevo C3.
La segunda, y más significativa «consecuencia» es que el nuevo C3 declinará su concepto en un par coches bien diferenciados: C3 y monovolumen C3 Picasso.
También como viene siendo habitual en los últimos tiempos, las cotas han crecido hasta casi los 4 metros de longitud, a la vez que se gana ligeramente en altura. Curiosamente, el maletero reduce 5 litros su capacidad, homologando ahora unos 300 redondos litros.
La imagen exterior se verá complementada con un interiorismo que gana en calidad, acabados y diseño por inspiración DS3 (ya saben, la nueva gama Premium de Citroën), mientras el cuadro de relojes vuelve a la configuración tradicional, abandonando los satélites analógicos.
También la eficacia medioambiental es una de las claves del nuevo C3. Citroën generaliza el sistema «Start&Stop» en toda la gama y también habrá una versión sostenible -”menos de 100 g/km de CO2-” sobre la base mecánica del turbodiesel 1.6 HDI de 90 CV.
Característica extrapolable a los motores tricilíndricos de gasolina.