Las joyas pop de Juan Matute
Juan Matute es un músico de trayectoria peculiar, no en vano es el guitarrista de Nancho Novo y Los Castigados sin Postre, que eso es mucho decir, porque esa banda intencionadamente Guadiana regala cuando quiere algunas de las sesiones de rock más divertidas del panorama musical español. Dependientes de las aventuras de Novo como actor, tienen momentos de actividad y otros, de parón forzado. En ese segundo plano nace lo que es una de las buenas noticias de este final del verano y que no es otra que la irrupción (el 20 de septiembre en la mítica sala Libertad 8 de la capital) de Juan Matute con un racimo de canciones en las que el buen pop campa a sus anchas a base de melodías sorprendentemente personales y letras para leer con las gafas de la atención.
Junto a su primo Álvaro de Cárdenas, y aquí sale el lado Vainica por motivos familiares directos: este último es hijo de Gloria Van Aersen, y los dos son primos carnales, Juan Matute ha grabado lo que será un disco llamado a ocupar el espacio que se merece la música de calidad, ahora que parece que se comienza a prestar atención a los que no juegan a escalar listas comerciales. Matute demuestra que el talento va por libre cuando hay cosas que decir. Para muestra un botón cosido con letras: «-¦Cuando juzguen concluido lo que he sido, no declinaré, seguiré reacio, absorto a la ilusión en cuerpo lacio, de esencia indemne, con tu ayer ha sido. Cuando quieras mirarme y no me veas, habrás de mantenerte igual de afable, pues nada de lo que hubo habrá cambiado. Si dicen que se acaba no lo creas. Seguirás tan cerca e inalcanzable. Seguiré escondido, enamorado-¦».