De sumilleres y sabios pincernas

P incerna . Com. El que tenía por oficio servir la copa a su señor». Es la acepción de un término de extendido uso medieval que recoge el diccionario para lo que hoy damos en llamar sumiller. En el caso que nos ocupa, cuyo apodo se convierte en nombre propio de inequívoca referencia en León, la aplicación más correcta sería la de «el señor que sirve la copa». Lo hace los fines de semana en La Cava de Santa Clara , pero ese todo León de la noche lo conoció toda la vida tras la barra del histórico bar Montecarlo . Allí sirvió durante años unos mojitos que levantaban la boina y unos gintonics que te la ponía del revés. Sebi, «culpable de nuestras mejores noches y de nuestros peores amaneceres», como lo definió un buen amigo, fue distinguido este año por la Asociación de Sumilleres de León (Asle) con el Premio Pincerna -”una reproducción de una figura de San Marcial que puede verse en San Isidoro-” en su primera edición. En su fiesta anual, a la que precedieron una cata de uva en el Centro de Interpretación de la Viña y el Vino de Valdevimbre, una visita a la bodega Ribera del Ornia y una asamblea en una de las salas de la cafetería Noche y Día , de La Bañeza, la asociación que preside Adolfo Benéitez, Fito , y que integra a más de sesenta profesionales de toda la provincia, también distinguió con sendas cucharas a sus dos predecesores en el cargo, Jorge Domínguez Cidón (restaurante Vivaldi ) y José Antonio Matilla (vinoteca La Cava de Santa Clara ), y concedió su premio anual -”una obra de Ramón Villa; en su primera edición el año pasado fue para las denominaciones de origen Bierzo y Tierra de León-” al periodista Rafael Blanco, subdirector de este periódico y autor de las tres ediciones de la guía Vinos Divinos y de una última, Prieto&Mencía , que se distribuyó a finales de junio con el diario. La cena, en la que no faltaron las mejores atenciones personales y profesionales y las grandes especialidades de la casa ni las ancas de rana de Alberto Blanco (restaurante Casa Noval ) y la fiesta posterior, generosamente regada con los mojitos de Sebi y animada con la mejor música de los ochenta, se celebró en la discoteca Mayro-™s , un local que conserva el encanto de sus mejores épocas. Abrió en 1971 y se conserva tal cual se cerró en 1990.