Diario de León
Publicado por
Ruth de andrés
León

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enóloga

Tantos meses llevamos oyendo hablar de la crisis, que nos rebosa la información y la desinformación; las cifras nos bailan y los números se pierden hacia esferas cada vez más desorbitantes. De lo que no hay ninguna duda es que este 2009 que estamos a punto de cerrar se ha quedado grabado en nuestras cabezas como el año de todas las crisis, en todos los sectores y todos los países. La crisis global. Ante tantos datos y noticias, vale la pena poner las cosas claras y sacar algunas conclusiones al menos en lo que al vino se refiere. Nos han bombardeado con malos augurios y visiones catastrofistas hasta el punto que hemos creído que el vino iba a rebosar los tanques e inundar nuestras calles. Afortunadamente, no ha sido para tanto. Litro arriba, litro abajo, la producción española es aproximadamente de unos 40 millones de hectolitros (cada hectolitro corresponde a 100 litros); para este año, se calcula que los excedentes ascienden a 14 o 15 millones de hectolitros; es decir aproximadamente un 35%. Roza lo preocupante. Aunque las cifras no son definitivas pues el año no ha terminado, las estimaciones dicen que el consumo de vino en hostelería han caído un 20% de media; para vinos de gama alta y media-alta los datos son bastante peores y nos hablan del 35%. El consumo doméstico ha disminuido pero no tanto. Parece que en casa bebemos un 12% menos de lo que bebíamos, lo cual no es ningún drama.

La única buena noticia viene de la exportación: aumentaron las exportaciones a buen ritmo. La mayoría del aumento se lo debemos a los vinos a granel. Aunque sea un mercado invisible para nosotros lo cierto es que España sigue siendo el gran abastecedor para el resto de los países europeos de vinos a granel. Vinos comprados a precio de risa, que mandamos en camiones cisternas a países septentrionales que etiquetan como vino de mesa y venden como pan caliente. A veces con reclamo de vino español a veces con cualquier reclamo. Por eso no se dejen engañar cuando oigan que el vino español ha superado este año en exportaciones al francés; sólo lo ha superado en volumen porque en precio nuestros queridos vecinos siguen siendo los reyes. Analizando el dato exacto, la realidad es más dura y también más llana: hemos vendido más vino a granel que nunca, a precios más bajos que nadie... Y ahí se acaba el triunfalismo. Por el camino recorrido de este 2009 se han quedado en la cuneta grandes proyectos de bodega, financiados por el hormigón; en definitiva, ilusiones enológicas que han resultado ser fiascos, vinos que se pretendían carísimos y que ahora están a precio de ganga. Nadie escapa al temor del momento: hasta las grandes bodegas echan sus barbas a remojar y se plantean nuevas estrategias. Pero como no hay mal que por bien no venga: la ventaja es para nosotros, los consumidores. Que esto no salga de aquí, pero mucha gente del sector clamaba hace tiempo que se hacía necesario un reajuste de vinos y de bodegas. Aquí lo tenemos. Después de años de precios injustificados y desconcierto general en cuanto a regiones, variedades de uva y precios, nos encontramos con un momento de cambio. Moderar los precios es la consigna, y ahí es donde los aficionados nos felicitamos. ¡Feliz año!

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