Las estrellas eclipsaron a la crisis

Nadie puede decir que el 2009 ha sido un mal año para la hostelería leonesa. El logro de una nueva Estrella Michelín, basta para que todos debamos felicitarnos y congratularnos con el éxito de Vivaldi y Cocinandos. Después está la cruel lucha contra la crisis infelizmente reinante, y que no hay thermomix que arregle. Pero sino brotes verdes, que casi nadie ha visto, si podemos fiarnos del viejo adagio: «Año de nieves, año de bienes», por lo que presumimos que en los próximos meses el dinero vuelva a circular como los torrentes primaverales de agua por nuestros arroyos.

Ester año que acaba ha demostrado definitivamente que el negocio de la restauración pasa por un momento difícil, no solo por la falta de liquidez de los clientes, sino también por la proliferación de los que pudiéramos llamar «piratas del menú del día». Cada día hay más tabernas, bares y cafeterías, que compiten con los restaurantes, especialmente con los menús diarios, que por cierto se llevan una buena parte de los ingresos de la hostelería. Es difícil que un restaurante bien montado, con el servicio adecuado y ofreciendo una cocina medianamente elaborada, compita en este aspecto con un bar que tiene sus mayores ingresos por sus ventas en la barra, y para los que lo de las comidas, un primero de cuchara y un filete de cerdo o un pescado de piscifactoría, se convierte en un estupendo ingreso complementario. Naturalmente sus precios pueden ser muy inferiores a los de los restaurantes.

Aunque también nos encontramos con restaurantes que han sabido adaptarse a los tiempos y que tienen buena parte de su trabajo enfocada a los menús. Es el caso, por ejemplo, del Luniega, con espectaculares llenos cada día, pero que en ningún momento ha dejado de elaborar sus menús degustación de cocina creativa que, por cierto, están a la altura de los mejores de la ciudad. Otro tanto ocurre con La Esponja, que, además de sus maravillosos platos tradicionales, tiene a diario un extraordinario menú, que también concita multitudes.

Pero los grandes creen que competir en estos terrenos es rebajar su categoría y se conforman con intentar Menús de Ejecutivo, siempre por encima de los 20 euros, lo que les hace inaccesibles para la mayoría de ciudadanos que, por obligaciones laborales, deben comer casi todos los días fuera de casa.

Y dichas estas obviedades, que ustedes perdonarán por estar en el tiempo en que estamos, hablaremos de una iniciativa que vamos a comenzar este año, sin ningún intento de originalidad, sino que simplemente intentaremos aportar nuestro punto de vista sobre la realidad de la hostelería de León, ofreciendo una clasificación de los establecimientos más destacados , poniéndoles, no soles o estrellas, como hacen las grandes guías, sino humildes Des, la letra que distingue al periódico que tienen en las manos. Es esta primera entrega de la lista un poco como prueba, como primer intento, sin ningún afán de dogmatizar. Para su elaboración hemos tenido en cuenta las opiniones de muchos de nuestros amigos y conocidos y también, claro está, nuestra propia opinión. Si este año nadie se enfada, que todo puede pasar, primeros una realización más elaborada para próximas ediciones.

Un saludo a todos los hosteleros leoneses, Feliz Navidad y-¦ próspero Año Nuevo, si la providencia y Zapatero firman un convenio que nos haga olvidar la crisis.