CANTO RODADO
antropoceno
el planeta ha entrado en un nuevo período, el antropoceno, pero en españa, en política, seguimos fosilizados en la patética era rajoy
Los geólogos han llegado a la conclusión, después de una década de debates, de que hemos superado el Holoceno y han decretado que estamos en un nuevo tiempo geológico. El Antropoceno es el nombre con el que lo han bautizado, debido a que esta nueva página del calendario geológico viene marcada por la acción del ser humano sobre el planeta Tierra.
Hemos conseguido cambiar el ciclo natural de la Tierra de manera global. Las pruebas nucleares de mediados del siglo XX son el punto de inflexión del nuevo tiempo dentro del Cuaternario. Se ha consensuado la fecha de 1950 como el momento de entrada en el Antropoceno.
La ría de Bilbao
Un paleontólogo vasco ha explicado que la fecha de 1952 sería más precisa pues es cuando todos los isótopos radiactivos provocados por las bombas atómicas se asientan en todo el planeta. Alejandro Cearreta quiere proponer que el clavo dorado de la nueva etapa se sitúe en la Ría de Bilbao, en la playa de Tunelboca, que acumula sedimentos de las escorias vertidas durante un siglo por los Altos Hornos de Vizcaya.
Algo de León tiene ese clavo dorado. Millones de toneladas de carbón leonés fueron quemadas en esos altos hornos desde que el ahora depauperado y castigado tren hullero fue inaugurado el 11 de agosto de 1894 para cubrir el tramo entre La Robla y Balmaseda. La acción humana ha cambiado la provincia. Cada vez que atravieso la carretera del Páramo entre Santa María y León tengo la sensación de estar en otro país.
El cascajal del Páramo
E l agua del pantano de Luna transformó un cascajal en tierras fértiles y la Política Agraria Común ha hecho el resto, obligando a los agricultures a cultivar un producto propio del norte de Europa o de América que requiere un enorme gasto de agua y crece lozano gracias a la ingente cantidad de herbicidas, pesticidas, etc... que amenazan nuestras aguas y nuestra salud.El Páramo ha prosperado y eso está muy bien. Ya muy pocos recuerdan el cascajal y aquellas lagunas que se formaban en el tiempo de las lluvias en este territorio que Luis Mateo Díez recrea en su trilogía de Celama.
El Páramo también tiene su clavo dorado del Antropoceno. Son esos maizales que se mecen con el viento suave del otoño a la espera del su tiempo de cosecha. Lástima que, en cambio, se reduzca la superficie cultivada de alubias a consecuencia de la crisis de una envasadora justo cuando La Bañeza celebra la alubiada como santo y seña de la identidad agroalimentaria de la comarca.
Morrones y demás joyas
L os productos autóctonos, como el Pimiento Morrón de Fresno o el Tomate de Mansilla, los vinos del Bierzo y Tierra de León, las Manzanas Reinetas y las Peras Conferencias, la Lenteja Pardiña y el Garbanzo Pico Pardal... por no entrar en todo el capítulo de carnes y embutidos, son al campo como las piedras preciosas de nuestro patrimonio al turismo y la cultura.
La prueba de que esa muesca humana sobre la Tierra no es sólo catástrofe y puede servir para abonar un futuro más sostenible y menos agresivo con el planeta. La oportunidad para que el Antropoceno, pongan donde pongan el clavo dorado, no sea un trágico período. Que dentro de millones de años no seamos estudiados o exhibidos en museos como los dinosaurios del Jurásico. Y si esto sucediera, ¿qué dirán del ser humano?
Hoy sabremos lo que vascos y gallegos dicen de sus futuros gobiernos. Y de paso en pocos días se despejará la duda de si en Navidad comeremos el turrón a pie de urna. De momento no se avista cambio de era política. Sólo vemos lanzar cuchillos contra Pedro Sánchez. Desde el bando de los suyos. El cainismo es la tragedia de la izquierda. Seguimos fosilizados en la patética era Rajoy.