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CANTO RODADO

marzas

tanta murga con la plataforma ferroviaria de torneros y la víspera de su sentencia callan: unos en la calle y el alcalde en el pleno

León

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Ya se oyen los cantos. Sus voces enlatadas y engrandecidas por la magia de la megafonía llegan en el tiempo de las marzas. Vienen a cantar no una ni dos, sino cuatro primaveras. El silencio del invierno quedó roto de cuajo por los vocingleros que desde hemiciclos y estrados anunciaron los panes y los peces.

Hasta Europa llevó la Junta la voz para matar más lobos. Literalmente aulló. Sobre el asunto Conectar Europa hizo mutis por el foro para no hablar de León, ni de Torneros. Menudo lío, qué pereza pasar el tren del futuro por León, con lo que clarito que tiene el vicepresidente portavoz el mapa del Arco Atlántico, desde Oporto bajando hacia Salamanca y luego subiendo a Valladolid y a Burgos. Así de fácil.

El PSOE, que había cogido tanto fuelle con el asunto de la plataforma ferroviaria y logística, se contraprograma o le contraprograman. Que todo puede ser en esta tierra donde el cainismo es deporte nacional. No por solidaridad con los de Caín, sino por insolidaridad con nuestra propia miseria. El domingo, a la una, en la Plaza de la Inmaculada todo el mundo tenía alguna cita. Hasta la megafonía falló. Como si fuera una causa maldita.

Murga

D espués la gente se acaloró mucho en las redes sociales. Pero en la plaza estaban las gentes que no se rinden. Las que no tienen la voz secuestrada. Las que tienen la energía del carbón. Las que defienden León aquí y en Madrid. León en positivo es una utopía. Una marca que no llevamos en el ADN.

Tanta murga con Torneros y la víspera de su sentencia todos callan. Unos en la plaza y el alcalde en el salón de plenos. Torneros no existe en la agenda de los que mandan. Es un sueño de la razón. Y ya sabemos que la razón produce monstruos. Por eso Emilio Gutiérrez salió espantado sin responder a la bancada adversaria. O porque para lo que le queda en el convento...

Lejos de la realidad

No iba a ser por escuchar el Debate sobre el Estado de la Nación. Uno de los que menos interés ha despertado en la población. El nivel de desinterés por lo que decían el presidente del Gobierno y los líderes de la oposición en el hemiciclo lo ejemplifica la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos. Estaba tan aburrida que la cazaron jugando al Candy Crush. Patético. Que somos un dedo a un móvil o a una tablet pegado, ya.

Una cosa es tuitear las soflamas del líder para multiplicar su voz, como hacían las socialistas Teresa Gutiérrez, Eugenia Gancedo y Ángela Marqués en el mitin de Pedro Sánchez en León y otra dedicar al ocio y tiempo libre la tablet que les regalamos a sus señorías. Aunque a la postre, todas dan la imagen de estar muy lejos de la realidad

Idus y venidos

Pero, ¿quién quiere estar en la realidad? Casi nadie. A no ser para disfrutar de un exquisito chocolate en Astorga, poner los semilleros de pimientos en Fresno de la Vega o dar un paseo por Babia o por el Faedo de Ciñera.

La realidad que nos venden desde el Rastro de La Moncloa es muy ramplona. Están de oferta y liquidación con el género más burdo. Después de dos años de azote y miedo, suprimen las tasas judiciales como quien ofrece seis tangas a un euro, señora Soraya. Patética.

Las marzas anticipan la primavera. Dan paso a un mes femenino. Y a Silván de candidato a la alcaldía de León. En Roma celebraban la fiesta de Anna Perenna , diosa del año, en los idus. Cuentan que un vidente le anunció a Julio César su muerte. Y éste no le creyó. Luego Shakespeare escribió: ¡Cuídate de los idus de marzo!