Un latigazo común en la carretera
El 90% de las lesiones en los accidentes de tráficos son algias cervicales como consecuencia de golpes por alcance
El 90% de las personas que sufren un accidente de tráfico padecen, entre otros traumatismos, algias vertebrales. El conocido ‘latigazo cervical’ es la causa más común de rehabilitación en las unidades de accidentes de tráfico El especialista rehabilitador de la Unidad de Accidentes de Tráfico de San Juan de Dios, José Antonio Alcoba Pérez, destaca que los accidentes de tráfico por alcance posterios son los más frecuentes en la ciudad y los que más lesiones provocan en el cuello y en la columna cervical. «Este tipo de accidentes coge desprevenidos tanto al conductor como a los ocupantes, por lo que al producirse una aceleración y desaceleración hay una descarga de energía y movimiento en la región cervical, que es lo que provoca la lesión». Alcoba es, junto a Jesús Galán de la Calle, médico del servicio de Rehabilitación de la Unidad de Tráfico de San Juan de Dios, que cuenta también con diez fisioterapeutas.
Los síntomas son muy dolorosos y los pacientes necesitan una media de tres meses de rehabilitación. «No suelen ser lesiones graves y al cabo de ese tiempo el paciente se estabiliza. El objetivo es devolver al paciente a su situación anterior». Alcoba asegura que las molestias suelen desaparecer, aunque es motivo de baja laboral con una media de ausencia entre 15 y 90 días.
Para el tratamiento del dolor del latigazo cervical se utilizan tratamientos con electroterapia, movilidad del cuello y fortalecimiento de la musculatura y ejercicios de propiocepción para mejorar el equilibrio.
¿Se puede prevenir? El especialista cree que es complicado. El golpe suele pillar desprevenidos a los ocupantes del coche. «Si el conductor ve venir el coche por el retrovisor la reacción natural es endurecer el cuello para protegerse, lo que puede aminonar la lesión, pero por lo general no ocurre así y los más afectados suelen ser los ocupantes del asiento trasero».
El cinturón de seguridad, que salva vidas, está directamente implicado en las lesiones en el cuello «porque el tronco está sujeto, no se mueve, y el mayor movimiento hacia atrás y hacia adelante se lo llevan las cervicales».
La única medida posible para evitar estas lesiones «es evitar las distracciones» porque aunque suele ser una dolencia leve «en ocasiones puede producir lesiones medulares o trastornos vasculares importantes».
Emilio García González tiene 66 años y está en rehabilitación en la unidad de San Juan de Dios tras sufrir varios traumatismos provocados al caerse de a bicicleta por un golpe con un coche. el 11 de septiembre. «Me rompí el tobillo, la cabeza del peroné, me golpeé el pulmón y tengo lesionada la rodilla derecha. Todavía estoy en rehabilitación». El perfil de este paciente está en el 10% de los atendidos en la unidad que no llegan por una lesión cervical. Algunas muy graves que requieren la amputación de los miembros inferiores.
La elección de centro de rehabilitación tras un accidente es voluntaria. A Emilio lo derivaron del Hospital de León tras realizarle los primeros tratamientos. No es la primera vez que este paciente necesita rehabilitación por un accidente. «En 2004 tuve un accidente de coche y también necesité rehabilitación», asegura. Durante el tiempo que permanece en el gimnasio recibe sesiones de magnetoterapia, paseos por la rampa y las escaleras para potenciar los músculos y ejercicios específicos para su dolencia acompañado por un fisioterapeuta. La unidad de San Juan de Dios está atendida por nueve especialistas en rehabilitación. El accidentado, que tiene libertad de elección de centro, dispone de todos los recursos asistenciales: urgencias 24 horas, especialidades médicas, cirugía, rehabilitación, diagnóstico alta resolución y hospitalización, entre otras.
Se accede sin listas de espera y el tratamiento no termina hasta la curación o estabilización de las lesiones sufridas por conductores, ocupantes de vehículos, ciclistas y peatones.
El 33,5% de las sesiones de rehabilitación en San Juan de Dios se realizan a pacientes que han sufrido un accidente de tráfico. Esto supone que 5.859 de las 17.514 sesiones totales en el centro están programadas para personas que han sufrido alguna lesión en la carretera. Cada mes pasan por las consultas una media de treinta pacientes. «Un 16% de los pacientes totales de este año son por accidentes de tráfico», asegura José Antonio Alcoba. En 2023 las sesiones de rehabilitación descendieron un 3,78% con respecto al año anterior. Caída parecida que se ha notado en las urgencias y las consultas.
Ingresos
Los accidentes de tráfico provocaron este año el ingreso de 16 personas (dos más que en 2022), con 315 estancias hospitalarias (un 36,36% más que el año anterior. También se realizaron más intervenciones quirúrgicas, de las 3 en 2022 a las 6 de 2023. Los radiodiagnósticos, las ecografías, las exploraciones cardiológicas y TAC también aumentaron un 1,75%, un 7,14%, un 120% y un 2,70%, respectivamente.
Los periodos de mayor afluencia de pacientes se producen después de las vacaciones. «Y el punto más caliente de León en el que se producen más accidentes por alcance es la rotonda de Carrefour.
Otro perfil mayoritario de pacientes que necesita rehabilitación es por atropello. «En León se producen muchos atropellos, y en los pasos de cebra, normalmente son personas jóvenes entre los 30 y los 50 años».
«La rehabilitación puede comenzar al día siguiente del siniestro», destaca el especialista. En las sesiones los pacientes disponen de termoterapia profunda, infrarrojos, ultrasonidos, mannetoterapia, electroterapia analgésica e excitomotora, bomba diagmanética e indiva para el dolor y las patología músculo esquelética.
Los estudios cifran en un 60% el número de pacientes que acuden a los centros de rehabilitación con una simulación de accidente. «Es un dato general, en toda España. Cada uno en su profesión sabe cuándo puede tener delante a un paciente que simula un latigazo cervical. Los detalles son evidentes. Es lo que se llama ‘cuponazo cervical’ para cobrar un seguro. Los rehabilitadores agotamos todas las posibilidades terapéuticas».