Más apoyo al embarazo

Las embarazadas reclaman más apoyo de las administraciones, necesitan una persona profesional de referencia «alguien cercano» que les resuelva las dudas y sea accesible en cualquier momento de un proceso natural que tiene un impacto afectivo, emocional y social en las mujeres. Un equipo de profesionales de la Universidad de León en el campus de Ponferrada ha abierto una línea de investigación para conocer mejor las consecuencias que el embarazo tiene en las mujeres, no sólo sanitarias, sino también sociales y emocionales. La línea de investigación, iniciada por la matrona y enfermero especialista Rubén García, tuvo su repercusión en el grupo de investigación Salbis (Salud, Bienestar, Ingeniería y Sostenibilidad Sociosanitaria) que recogió el guante. Las enfermeras Cristina Liébana, Enedina Quiroga y Natalia Calvo, y el autor principal del estudio Cristian Martín-Vázquez, entrevistaron a 300 mujeres embarazadas durante un año en un trabajo longitudinal durante los distintos trimestres de la gestación para evaluar los efectos de la ansiedad, estrés, preocupaciones, calidad de vida, apoyo social y resiliencia. «Mi tesis la hice sobre el primer trimestre y ahora el estudio se ha ampliado a todo el embarazo», destaca Rubén García. «Hemos detectado que las mujeres que tienen más apoyo social y reliciencia disfrutan de mayor calidad de vida porque tienen menos estrés y menos preocupaciones».

La calidad de vida se mide en una mejor salud física, mental y mejores relaciones. Y una conclusión más novedosa, pese a la red de apoyos, las mujeres sienten que no tienen a un profesional de referencia disponible al que recurrir cuando tienen algún problema. «No encuentran apoyo suficiente a la maternidad. Hay pocas matronas y ven poco a las que hay. Les gustaría tener a alguien de referencia».

El estudio se ha centrado en un grupo de mujeres en las consultas del Hospital El Bierzo. «Hemos validado el cuestionario de calidad de vida en la población embarazada». Rubén se encargó de recoger los datos en el hospital. Las mujeres que aceptaban participar en el estudio, con conocimiento informado, pasaban directamente de la consulta de tocología al espacio habilitado justo al lado para el trabajo de investigación. «No tenemos financiación, sólo el apoyo de la ULE y el grupo de investigación Salbis. Hemos solicitado subvenciones perro no encajamos en ninguna de ellas porque ahora se prima más lo tecnológico y se nos penaliza a los que hacemos investigaciones con personas, por eso nos cuesta conseguir financiación».

«Desde la Covid-19, la incertidumbre se volvió una compañera de viajes para muchos de nosotros y en el caso de las embarazadas fue especialmente odiosa, pesada y dura de soportar». Ya no solo tenían que estar preocupadas por la salud propia y la del bebé, también les afectaba la combinación de las restricciones sociales y la falta de apoyo, que puede elevarles los niveles de ansiedad y estrés. «Para comprender mejor esta situación, varios investigadores del grupo Salbis nos sumergimos en la experiencia de las mujeres embarazadas en la provincia leonesa durante la pandemia, y en conocer cómo estos factores afectan a su calidad de vida durante el embarazo», destaca Rubén García.