Código ictus en Pediatría
El Caule, pionero en la implantación del protocolo en Castilla y León, ha activado en dos ocasiones el dispositivo desde noviembre de 2023
Los niños y niñas también pueden sufrir un ictus. Aunque la incidencia es muy baja —10 casos por 100.000 niños al año— se presenta con síntomas diferentes a la edad adulta y su retraso en abordarlo puede incrementar las secuelas. «Es un reto diagnóstico», asegura Aquilina Jiménez González, neuropediatra del Caule. El Hospital de León ha sido pionero en la implantación de un Código Ictus Pediártico en la Comunidad. Desde noviembre de 2023, el servicio de Pediatría, en colaboración, con Neurología ha implantado este protocolo para afinar el diagnóstico y poder actuar a tiempo.
En el ictus el tiempo es oro. La baja incidencia en la edad infantil, su presentación clínica variable distinta a la de las personas adultas y la escasa familiarización del personal médico son factores que pueden provocar un retraso en el diagnóstico y por consiguiente, «un retraso en el inicio de terapias que solo son eficaces si se aplican durante un periodo».
«El ictus en la edad pediátrica es una urgencia médica cuyo diagnóstico precoz en las primeras 4-6 horas desde la aparición de los primeros síntomas es clave para llevar a cabo medidas terapéuticas de reperfusión cerebral eficaces para poder limitar el daño cerebral», apunta la neuropediatra. Hay que actuar en la llamada «ventana terapéutica» para reducir las secuelas neurológicas y mejorar el pronostico de estos niños. «Un retraso diagnóstico y terapéutico lleva consigo que las secuelas sean mucho mayores en el niño que en el adulto», añade la doctora.
A pesar de la baja incidencia del ictus en la edad infantil respecto a la adulta, esta enfermedad se encuentra entre las 10 causas de muerte en la edad pediátrica y alrededor del 80% de los niños que sobreviven al ictus presentan secuelas neurológicas de tipo motoras, del lenguaje y cognitivas. «Aunque sea una enfermedad menos frecuente que en el adulto el impacto social y la morbilidad a medio o largo plazo son mayores», incide.
El equipo de Código Ictus en Pediatría en el Caule está integrado por la doctora Aquilina Jiménez González, neuropediatra, el doctor Ignacio Oulego Erroz, intensivista pediátrico, y la doctora Diana Vidal de Francisco, especialista en neurología. «Bajo este Código se trabaja de manera rápida y coordinada un equipo médico multidisciplinar con el objetivo de llevar a cabo un diagnostico y tratamiento eficaz», aclaran.
¿Cómo se actúa ante un caso sospechoso? La doctora Aquilina Jiménez señala que el código está alerta ante un paciente mayor a dos años que, menos de 24 horas, presenta que presenta de manera brusca pérdida de la fuerza o sensibilidad en una extremidad o hemicuerpo, dificultad para hablar o para comprender el lenguaje, cefalea intensa acompañada de alteración del nivel de conciencia o en estado de coma inexplicable.
Una vez activado, el intensivista pediátrico, con el apoyo de especialistas en neuropediatría y neurología de adultos, inicia de manera inmediata la estabilización del paciente. Primero se llevan a cabo las medidas neuroprotectoras, con pruebas analíticas de primer nivel y una exploración neurológica con escala PedNIHSS que da la escala de la gravedad clínica. En el caso que el paciente acuda a Atención Primaria, el pediatra activa el transporte medicalizado y contacta con el intensivita pediátrico del Hospital.
Una vez valorado el paciente y activado el Código Ictus, se contacta con anestesia infantil y el medico radiólogo para la realización de una prueba de imagen cerebral —resonancia magnética— para confirmar o descartar el ictus. En caso de confirmarse el ictus, se valora realizar de las terapias de reperfusión cerebral (trombolisis o trombectomia).
En el protocolo están involucrado un equipo multidisciplinas en el que participan Es un equipo multidisciplinar, pediatras de urgencias, neurólogo infantil y de adulto, intensivista pediátrico, anestesistas infantiles, radiólogos, farmacéuticos, hematólogos y neurocirujanos.
En el Hospital de León se detecta un caso al año de media de ictus pediátrico. «Las activaciones del código ictus son más numerosas puesto que en la edad pediátrica hay otras enfermedades y situaciones que simulan clínicamente un ictus pero no lo son y se deben a otra enfermedad que en ocasiones también es grave», explica la neuropediatra por lo que el código ictus nos ayudará también al diagnostico de otras enfermedades graves que requieran un diagnostico y tratamiento urgente». Desde su implantación, el Código Ictus Pediátrico se ha activado en dos ocasiones en el Caule.
Las causas de ictus en pediatría son múltiples, como pueden ser problemas hematológicos de trombofilia, disecciones arteriales por traumatismos leves de cabeza y cuello, anomalías cardiacas congénitas, errores congénitos del metabolismo o síndromes genéticos.
«Casi mitad de los casos se deben a arteriopatía cerebral focal inflamatoria donde tras un proceso infeccioso se produce una inflamación con estenosis y trombo en la luz de la arteria cerebral que conduce a una disminución del flujo sanguíneo. La causa más conocida es la infección previa por virus de la varicela», señala la doctora Jiménez
El Hospital de León ha tomado como modelo del protocolo para el ictus pediátrico las guías internacionales del ictus pediátrico y las guías de otras comunidades autónomas como Madrid o Cataluña. En Castilla y León, el Caule es el primer hospital en implantarlo.