Type 35. Ettore Arco Isidoro… Bugatti

Arte… automovilístico. Elevado a su máxima potencia ‘filosófica’, el Type 35 supuso una de las obras que han influido poderosamente en la historia del automóvil, firmada —esa obra— por un genial empresario italiano… nacionalizado francés.

Nacido en el seno de una familia poderosamente unida al arte, el diseño y la creatividad durante siglos, Ettore Arco Isidoro Bugatti ya había realizado muchos otros exitosos proyectos antes de crear el Type 35… sin contar con ‘entrenamiento’ alguno en ingeniería; posiblemente —seguro— esta falta de ‘entrenamiento’ sería uno de los principales activos de Ettore; así, el Type 35 abrió nuevos caminos a soluciones nunca antes vistas en la industria automotriz: primer coche de carreras del mudo diseñado ‘a la carta’.

No se trataba de un coche de carretera modificado, aunque también podía utilizarse habitualmente: meticuloso enfoque en su concepción general, también en su diseño y rendimiento. El Type 35 daría origen a la era de los Grandes Premios.

Donde otros coetáneos coches se elevaban por encima del suelo, la carrocería del Type 35 se ‘pegaba’ materialmente al asfalto; mientras otros coches montaban ruedas con cable, el Type 35 adoptaba aleaciones fundidas integrando los tambores de freno —reducción de la masa suspendida—; y donde otros modelos tenían expuesta la suspensión trasera, la del ‘35’ estaba totalmente encapsulada, con paneles de aluminio, dentro de la carrocería elipsoide. Aunque la aerodinámica era un concepto escasamente comprendido en la época, el pionero enfoque del revolucionario biplaza descapotable mejoró sensiblemente la resistencia al aire de su carrocería.

El Type 35 debutó animado por un 8 cilindros en línea de 2.0 litros y 24 válvulas, posteriormente sobrealimentado y ampliado a 2.3 litros, que rendía 90 CV a 6.000 vueltas; rendimiento líder en su momento, máxime por sus 750 kilos de ‘romana’.

Hace un siglo, el Bugatti Type 35 serviría de imán para la industria automovilística, transformando drásticamente la forma de percibir el diseño y la ingeniería de los coches.

Un siglo más tarde… el ‘ADN’ del ‘35 ’ continúa siendo determinante, junto con el Atlantic y el Royale, para la marca: cada modelo que construye Bugatti, mantiene fielmente los valores de Ettore… cien años después.