Diario de León

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León

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Cincuenta años, ocho generaciones. Hilo conductor: el Golf ha mantenido siempre unos elementos tan característicos como su icónico diseño, que también han evolucionando sobre la base del ADN original. Los faros delanteros y la parrilla, las llantas, el pilar central y las ópticas zagueras en un reconocible exterior. Asientos y tapicerías, pomo de la palanca de cambios y cuadro de mandos en un no menos carismático habitáculo.

1.— La ‘cara’ del Golf. Faros y parrilla, ‘rostro’ inconfundible, carismático desde la primera generación, que cambiaba drásticamente la configuración del Escarabajo. Giugiaro ‘dibujaba’ unas formas tan sencillas como rotundas; parrilla negra a todo lo ancho del frontal, adoptando elementos redondeados en contraste con las líneas rectas generales del coche: faros en los extremos, logo VW central, borde de la parrilla en rojo y las identitarias siglas GTI para las versiones más potentes.

2.— Inconfundible pilar ‘C’. El llamativo diseño del pilar central destacaba en la estética del Golf I (1974); convertido, desde entonces, en toda una seña de identidad. A partir del Golf IV, Hartmut Warkub (jefe de diseño en VW hasta su jubilación en 2003) le daría un nuevo impulso inspirándose en las iniciales pinceladas de Giugiaro, a quien tampoco le dolían prendas a la hora de piropearlo: «El material genético del Golf sigue siendo evidente».

3.— El famoso pomo de la palanca de cambios. La diseñadora Gunhild Liljequist, firmó la mítica ‘pelota de golf’ rematando la palanca de cambios. «Simplemente expresé mis asociaciones deportivas y de golf en voz alta: ¿qué tal una pelota de golf como palanca de cambios?». Con sucesivas interpretaciones, la pelota de golf ha llegado hasta el último GTI con cambio manual, el GTI 380 de la octava generación.

4.— La zaga, también típicamente Golf. Igual de reconocible en su vista zaguera, la segunda generación marcaría, con sus famosas ópticas trapezoidales, la identidad de un concepto que se ha mantenido desde entonces en todas las generaciones, por mucho que desde la quinta generación los pilotos traseros se hayan extendido hacia el portón del maletero. El Golf IV introdujo los pilotos LED ; EL Golf VII, los intermitentes traseros dinámicos; y en su última evolución, el Golf 8 ofrece un paquete óptico trasero LED 3D.

5.— Insignia. El diseño y tipografía de la palabra «Golf» en el modelo original, solamente se utilizó en la primera generación; la segunda estrenó un nuevo diseño —también en cursiva—, que se mantendría en el Golf III. En la siguiente entrega, se emplearían nuevas tipografías —todas las letras mayúsculas—; con ligerísimas modificaciones, ese diseño básico se mantuvo hasta la séptima generación. Ahora, el Golf 8 estrena una nueva insignia trasera situada en posición central: letras cilíndricas que generan relieve. La primera generación llevaba el logo «VW» en el frontal; desde la segunda generación, el Golf luce el logo —frontal y trasero— en posición central. En la última entrega, el logotipo delantero está iluminado y, desde el Golf V, también sirve para abrir el porton trasero. Las archiconocidas siglas «GTI» se ha mantenido, con ligeras modificaciones, como inexcusable símbolo identitario en las 8 generaciones, luciendo en el frontal, latrasera y el interior.

6.— Indentitaria… tapicería. Si hay una tapicería carismática es la de ‘tartán’: estampado de cuadros escoceses que utilizaban los diseñadores de moda de ‘Carnaby Street’, del que se enamoró Gunhild Liljequist, creadora de la genial estética: «El negro era deportivo, y siempre me llamaron la atención los tejidos de gran calidad con estampados a cuadros… podría decirse que hay un elemento de deportividad británica en el GTI». La identidad… está servida.

7.— Cuadro de mandos. La instrumentación es otro ejemplo de la filosofía práctica del modelo. El primer cuadro integraba toda a instrumentación en un único elemento rectangular, concepto que se mantendría hasta la IV generación, donde se diferenciaban el cuadro de mandos con una —cada vez más integrada— consola central. La octava generación da un nuevo salto estético: desaparición de la tradicional consola central en favor de una generosa pantalla flotante. Medio siglo separan los elementos básicos del primer Golf (velocímetro, nivel de combustible, mando de luces, testigos básicos, radio y ventilación); la actual vanguardia tecnológica, se enseñorea del puesto de conducción: Digital Cockpit (pantalla de 10,2 pulgadas) y sistema de infoentretenimiento de última hornada.

8.— Llantas. Tras las iniciales llaantas (14 pulgadas) de similar diseño en todas las versiones, la segunda generación ofrecía la deportiva opción de las BBS (de radios y 15 pulgadas) en los Golf más potentes. A partir de la tercera generación, las llantas han adquirido mayor protagonismo: amplia variedad estética y un diámetro que ha alcanzado las 19 pulgadas en el actual Golf R.

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