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Volkswagen. Así nació… el Golf

El sustituto del Escarabajo tenía que ser dinámico; también cómodo, seguro, espacioso y de tamaño medio. Con estos mimbres, los ingenieros y diseñadores de Volkswagen, Audi y Porsche se pusieron manos a la obra. Nacía… el Golf.

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Publicado por
León

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JAVIER FERNÁNDEZ

Compacto… y con portón trasero. En enero de 1970, Kart Lotz, entonces ‘patrón’ de Volkswagen, fue directamente al grano: «Queremos que diseñes el sucesor del Escarabajo. Y nos daremos por satisfechos si el espacio interior es similar al del Beetle», recuerda Giugiaro.

Así, el primer Golf, junto al Passat, el Siroco y el Polo, marcaba el inicio de una nueva era en Volkswagen: motor y tracción delantera; también una nueva forma productiva, más moderna y eficaz.

A finales de los 60, VW se enfrentaba a un reto: la disminución de las ventas del Escarabajo; el clásico concepto de propulsión trasera y motor refrigerado por aire… parecía agotado; así que, era urgente afrontar el reto.

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Un paso valiente: la sustitución del Escarabajo debería afrontarse radicalmente, con un desarrollo completamente nuevo. Volkswagen dispuesta a explorar nuevos caminos: refrigeración por agua en lugar de aire, motores (cilindros) en línea en lugar de ‘bóxer’ , tracción delantera en lugar de propulsión, diseño funcional en lugar de curvas divertidas…

Tres prototipos… para un proyecto. Hay que remontarse a 1969, VW encargaba a Porsche un coche para reemplazar al icónico Escarabajo; aparecía el prototipo ‘EA 266’ (carrocería autoportante, gran maletero, motor central bajo el asiento trasero); la ‘rara’ —por desfavorable— ubicación mecánica dificultaba el acceso para su mantenimiento; no obstante, el ‘EA 266’ ofrecía prestaciones muy deportivas (187 por hora de punta). En octubre de 1971, se desechaba el proyecto ‘EA 266’.

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El segundo ensayo, prototipo ‘EA 276’, desarrollado en la casa madre de Wolfsburg, ya incorporaba elementos que sí llegarían al Golf: ‘todo delante’ (motor y tracción delantera), carrocería ‘fastback’ (gran maletero), eje de torsión y depósito de combustible bajo el asiento trasero; eso sí, con el motor ‘bóxer’ refrigerado por aire del Escarabajo.

Finalmente, Audi —desde Ingolstadt— tomaría las riendas: siguiendo las huellas de ‘Cuatro Aros’ 80 y 100 el prototipo ‘EA 337’ tomaría el relevo. Giorgetto Giugiaro, padre del Passat y el Siroco, recibía el encargo de dibujar el Golf bajo los auspicios del diseñador jefe Herbert Schäfer. Enn marzo de 1971, tan sólo cuatro años después de los primeros ‘escarceos’, el primer Golf salía de la línea de montaje de Wolfsburg.

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Icónica… estampa. Rompiendo las curvadas líneas del Escarabajo, el ‘diseño cuadrado’ de Giugiaro tomaba carta de naturaleza en los catálogos de VW: carrocería dos volúmenes, frontal alargado, parabrisas inclinado y recortadas ópticas traseras.

Con el tiempo, la simplicidad frontal y el contraste de los faros redondos con las generales líneas rectas, acabarían por convertirse en una inconfundible seña de identidad del Golf… todo un acierto estético, el arranque de una nueva era en la industria de automoción; un diseño que, además, facilitaba su fabricación: «Es fácil hacer un vehículo hermoso si sólo produces unos pocos ejemplares; si quieres fabricar miles, tienes que diseñar un coche fácil de fabricar» (Giorgetto Giugiaro).

Entre 1972 y 1975, VW aprobó una inversión de 2.500 millones de marcos, transformando (1973) las plantas de Wolfsburg y Emden con línea de montaje colgantes para meorar la flexibilidad productiva. El 29 de marzo de 1974 arrancaría la producción en Wolfsburg y, un mes después, desembarcaba en los concesionarios con un precio de 7.995 marcos.

Contenían la respiración los responsables de la marca para, 31meses después… respirar a pleno pulmón: un millón de unidades matriculadas; 6,9 millones de la primera generación.

El 25 de junio de 2002, el Golf supera los 21,5 millones de unidades (21.517.415… para ser exactos), ganándole al Escarabajo y convirtiéndose en el Volkswagen más producido de la historia.

Para los amantes de las curiosidades: además de Golf, también se barajó el nombre de Blizzard; ganó Golf, no solamente por su asociación al deporte y a la ‘pelota’ en la palanca del GTI, también por la corriente del Golfo, habida cuenta la tradición de VW de ‘apellidar’ sus coches con nombres de vientos.