Tartán. Los cuadros… de Porsche
Arraigo y confianza, símbolo de tradición artesanal
Motivos… escoceses. Hace cinco décadas, ya podían encontrarse hasta tres tartanes en la lista de exclusivas opciones para el Poesche 911 Turbo, que en 1976 se incluían también en otras versiones del «nueveonce» . Superando al tiempo, actualmente este clásico de cuadros mantiene su elegancia intemporal, tanto en la pasarela como en un vehículo deportivo.
Cuando Anatole Lapine decidió ponerse unos pantalones de tartán el director de Diseño de Porsche, y su equipo, acabó incluyendo ese patrón en el estilismo interior de la marca.
«Teníamos un colega escocés en nuestro equipo, que me recomendó a dos fabricantes tradicionales de tartán (recuerda Dorotea Müller-Goodwyn, que trabajó como estilista en Porsche de 1970 a 1975 y entre 1978 y 2003) por desgracia, no podían suministrarnos tejidos con las cualidades exigibles para el interior de los coches deportivos; deberían ser resistentes a la luz y a la abrasión».
Finalmente, se encontraría un proveedor a escasos 50 kilómetros de Weissach, en Dettingen unter Teck, lindando con los montes Suabos, donde se encuentra la empresa ‘Berger’, capaz de fabricar tejidos para ‘Style Porsche’ con la calidad propia de la producción en serie.
Los tartanes suelen lucir un dibujo cruzado, que se crea entretejiendo hilos de distintos colores. Los nativos tradicionales de Escocia, cuna del emblemático tejido, visten sólo los de su clan, identificando así la esencia familiar a la que pertenecen; sin embargo, según la ley escocesa de armas heráldicas, tampoco está prohibido llevar los tartanes de otros clanes.
Los pantalones de Lapine tenían un dibujo azul, verde y negro inspirado en los colores del tartán ‘Black Watch’; así que, en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort 1973, Porsche desvelaba el prototipo del 911 RSR Turbo ‘vistiendo’ las secciones centrales de los asientos, y los refuerzos laterales, en tartán ‘Black Watch’.
Un año después, Lapine y su equipo añadirían al trío de tartanes el ‘Mckenzie: beige, rojo, azul, blanco y verde oliva.
Al día de hoy, una arraigada tradición en Porsche, reinterpreta los elementos del diseño clásico, implementándolos en deportivos tecnológicamente avanzados; toda una emotiva estrategia de producto, una conexión histórica que transporta al futuro en la evocación de épocas pretéritas.
Con el «nueveonce» Turbo, no solamente arrancaba la leyenda de una de las propuestas más deportivamente sugestivas de Stuttgart-Zuffenhausen… también la del tartán en el estilismo automovilístico de la marca.