Las Fuerzas de Seguridad asestan dos golpes a ETA en apenas veinte minutos
Portugal detiene a dos terroristas que habían huído de España cuando fueron interceptados en Zamora por la Guardia Civil y Francia captura a otros dos en un zulo
Los agentes revisan la furgoneta con matrícula francesa abandonada con explosivos
En apenas 20 minutos, ETA encajó dos serios reveses. A las 21,20 horas del sábado, la Guardia Civil interceptaba en el municipio zamorano de Bermillo de Sayago una furgoneta con explosivos. A las 21,40, eran detenidos en las cercanías de la ciudad francesa de Clermont-Ferrand dos integrantes del aparato logístico-militar.
Dos operaciones que, en palabras del ministro del Interior, «demuestran que sabemos en lo que está ETA». Alfredo Pérez Rubalcaba advirtió además que las fuerzas de seguridad no van a parar «hasta que esto acabe».
Los mandos de la lucha antiterrorista esperaban el desenlace de una operación en Francia, donde la Guardia Civil y la Policía gala se aprestaban a capturar en el municipio de Chadrat a dos miembros de ETA que tenían controlados. Estaban en eso cuando se recibió una llamada desde Zamora, en la que se informaba de la interceptación de una furgoneta con explosivos en Bermillo de Sayago. Dos guardias civiles recelaron de una furgoneta Iveco con matrícula francesa. Dieron el alto al conductor y cuando uno de los agentes llamó al otro para comprobar la matrícula y revisar el interior del furgón, Garikoitz García Arrieta salió disparado en vehículo de los guardias. Se habían dejado las llaves puestas.
El coche patrulla se perdió en la noche rumbo a Portugal. Alertada la Guardia Nacional Republicana del país vecino, detectó al prófugo con el coche de la Guardia Civil. Eran las 22,40 horas, una hora y 20 minutos desde que fuera descubierto en Bermillo de Sayago. La mujer Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón también fue detenida.
Los explosivos no estaban listos para ser activados, un hecho que descarta que prepararan una acción inmediata y apunta más bien a que se trataba de un traslado de material para un posterior atentado.
Mientras se sucedían los hechos entre Zamora y Portugal, ETA recibió otro golpe en Francia. Iñaki Iribarren y Eider Uruburu se aprestaban a dejar su particular cajero automático, un zulo en el municipio de Chadrat, a diez kilómetros de Clermont- Ferrand, del que habían «retirado» 2.000 euros, cuando fueron capturados en el coche en que viajaban en una operación conjunta con la Guardia Civil.