ETA tenía material para efectuar un atentado como el de la T-4
El arsenal incautado en Portugal apuntala la tesis de que la banda quería una «base estable y autónoma» en suelo luso
Agentes, con efectos incautados en la casa paterna de Yánez.
Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, los etarras detenidos en Portugal la noche del sábado, tenían en su poder material para perpetrar un atentado gigantesco de idénticas características al que voló el cuartel de la Guardia Civil de Burgos el pasado 29 de julio, y que dejó 65 heridos, o el de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en el que fallecieron dos ciudadanos ecuatorianos.
En la furgoneta interceptada en Zamora, los agentes han encontrado material para fabricar al menos tres bombas Grozni, las más potentes en el sangriento historial de ETA.
La envergadura del arsenal hallado en el vehículo, que incluye componentes electrónicos para fabricar también 40 bombas-lapas, apuntala la tesis de que la banda quería disponer de una «base estable y autónoma» en suelo luso -”incluido un «taller propio» de confección de coches-bombas-” para, desde allí, perpetrar una campaña de atentados en cualquier punto de España.
Los servicios de Información creen que la providencial intervención de la patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil de Bermillo de Sayago, en Zamora, puede haber abortado el intento más serio de ETA de establecer una infraestructura en un país extranjero que no fuera Francia. No obstante, los expertos aún no descartan por completo ninguna hipótesis, incluso que se tratara de un envío para distribuir material terrorista por varios zulos también en territorio español.
En detalle. Según informó el Ministerio del Interior, en la furgoneta que conducía García había ya una bombona de gas seccionada, que formaba un cañón de 30 centímetros de diámetro para dirigir la onda expansiva. Además, había otras dos bombonas de gas a presión de propano y butano de 84 litros, listas para ser cortadas y convertidas en contenedores de explosivos tras ser ancladas al chasis de un vehículo. Se trata del sistema de Grozni que ETA usó en Burgos y en el aparcamiento de Barajas.
Pero el arsenal que ETA enviaba a Portugal era mucho más. Incluía 30 sensores de movimiento y diez ampollas de nitrato de plata, los componentes básicos para activar decenas de bombas-lapa.