Las prejubilaciones con las que pretende afrontarse la reestructuración de la plantilla en la fusión entre Caja España y Caja Duero supondrán un coste superior a los 270 millones de euros, el calculado por las entidades si prosperase la oferta realizada a los sindicatos, que ha sido rechazada de plano. Fuentes sindicales calculaban ayer en otros cien millones de euros la diferencia entre el coste de la oferta de la empresa y las exigencias de la plataforma que forman CC.OO., Csica y UEA: las cajas ofrecieron la prejubilación con un 75% del salario y un 65% de los complementos, los representantes sindicales de este grupo exigen el 90% de los salarios, como en las últimas prejubilaciones llevadas a cabo por las entidades. UGT, por su parte, no ha querido entrar de momento en la negociación de estos porcentajes, hasta que se aclaren otras cuestiones del protocolo laboral que considera prioritarias.. En alguna de ellas se avanzó en el encuentro mantenido ayer por la Mesa Laboral en Tordesillas, una reunión que se inició en un clima de desconfianza y que terminó con algunos acuerdos valorados positivamente, aunque los sindicatos reconocieron a su término que aún queda mucho para poder hablar de acercamiento de posturas.. De momento los representantes de las cajas aceptaron el planteamiento sindical de que las prejubilaciones tuvieran realmente carácter voluntario. Es decir, que las entidades no tomen medidas de presión sobre aquellos trabajadores de más de 55 años y al menos diez de servicio que decidan continuar en activo.. No a las medidas traumáticas. Dentro del planteamiento general de que la reestructuración a la que obliga la fusión se lleve a cabo con medidas que no sean traumáticas, las cajas aceptaron también que la movilidad geográfica (para la que habían planteado un plazo de tres años en el que la nueva entidad podría cambiar el destino de los empleados según sus necesidades) sea voluntaria salvo casos excepcionales. Que, según los sindicatos, se ceñirían a los trabajadores de las localidades donde no queden oficinas ni servicios (fundamentalmente las zonas de expansión en los últimos años).. Aunque ayer no se entró a negociar sobre las condiciones concretas de las prejubilaciones, los representantes de las cajas sí se comprometiron a recalcular el presupuesto que pueden destinar a este fin, y a presentar una nueva propuesta en el encuentro que ambas partes mantendrán el próximo lunes. Esta vez será de nuevo en Madrid.. Desde las entidades se advierte a los sindicatos que los ajustes que tendrán que enfrentar para ajustarse al plan de viabilidad y las condiciones que impone el Banco de España limitan el presupuesto que puede destinarse a la reorganización de la plantilla. Sin embargo, los sindicatos advierten de que de no presentar una propuesta «más atractiva» será imposible que la reducción de personal prevista (846 puestos de trabajo menos) no podrá cubrirse con las prejubilaciones.. La propuesta realizada por las cajas el 28 de diciembre ha sido calificada por los sindicatos de inaceptable, incluso de indecente. Pero señalan que «un buen acuerdo de prejubilaciones podría eliminar prácticamente el excedente de empleos que se exige».. También reconocen los sindicatos que la situación económica y las exigencias de la reordenación financiera hacen más difícil llegar a un acuerdo en este sentido. Apuntan, sin embargo, que pueden recortarse partidas de otros aspectos de la fusión para no perjudicar a los trabajadores.. No será este el único punto en el que acercar posturas. La homologación de las condiciones laborales y las previsiones de la futura caja fusionada en cuanto a empleo y situación de los trabajadores tendrán que ser negociadas también.