El aeropuerto de León cerrará el 2010 con una deuda acumulada de casi 100 millones
La estructura aérea de La Virgen es la que más pérdidas produce de los aeródromos de la comunidad
El aeropuerto de León contabilizará a finales de año una deuda acumulada de 97,15 millones de euros después de cerrar el último ejercicio con un déficit anual de 6,9 millones y prever para el 2010 pérdidas por valor de otros 7,56 millones, según las cuentas de la sociedad estatal Aena, entregadas ayer por el ministro José Blanco a la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados para avalar el nuevo modelo de gestión aeroportuaria que prepara el Gobierno con el propósito de «mejorar la eficiencia económica» y reducir costes.
El informe del Ejecutivo central detalla que la cifra de negocio de la base civil de La Virgen del Camino alcanzará este ejercicio los 970.000 euros, frente a los 690.000 del pasado año, con un rendimiento bruto de explotación que cederá 1,61 millones.
Ningún aeropuerto de la comunidad es rentable, si bien el de León registra la peor cuenta de resultados de los cuatro, con 86,6 millones de deuda atribuida al 2009. El de Burgos concede un saldo negativo de 5,3 millones de euros y arrastra un descubierto de 59,87; Valladolid perdió 4,89 millones en el último ejercicio y soporta una deuda de 55,80; y el de Salamanca, el mejor situado, cedió 2,84 millones hasta completar un déficit de 31,13 millones.
La productividad global en el resto de aeropuertos del país liquida también en negativo. Aena aumentará un 38% sus pérdidas en el 2010 hasta los 420 millones de euros. En el 2009, sólo diez aeródromos españoles, de 48, obtuvieron un beneficio operativo, mientras que el resto dieron pérdidas. En este segundo grupo destaca Mádrid-Barajas, con más de 300 millones de déficit y una deuda superior a los 6.000 millones. El Prat también cedió 42 millones de euros y apunta ya 1.813 millones de endeudamiento.
Al otro lado de la balanza están el de Alicante, que ganó 43,5 millones de euros, el de Palma de Mallorca, con 37,8 millones de superávit o el de Girona, con 18,01. Las previsiones para este año dejan el mismo grupo de diez aeropuertos rentables.
Con este panorama, José Blanco anunció ayer que las estrategias de los «aeropuertos singulares» se tomarán por mayoría cualificada en una comisión que seguirá controlada por el Gobierno pero con la participación de las comunidades autónomas, los ayuntamientos y las cámaras de comercio.
«Hay algunos aeropuertos que requieren una gestión singularizada por su alto volumen de tráfico y por la especial complejidad de su gestión, siempre que se garantice su viabilidad financiera», explicó el ministro, quien no avanzó a qué aeródromos afectará la medida durante su intervención en la Cámara Baja.
Los aeropuertos serán controlados por sociedades filiales, de titularidad estatal, que tendrán también capital privado.