Discrepancias con Blanco sobre la utilización de escáneres corporales
Zapatero enmendó este jueves la plana a José Blanco. El ministro de Fomento aseguró desde Washington que «será inevitable la utilización de escáneres con imágenes corporales» para garantizar la seguridad de los aeropuertos. España no había manifestado su opinión sobre esta medida -”defendida por Estados Unidos a raíz del atentado fallido en un vuelo Amsterdam-Detroit-” porque ocupa la Presidencia de turno de la UE. Posición a la que se aferró el presidente del Gobierno en Viena, donde dijo que en tanto no exista una postura común al respecto «tenemos que dar ejemplo» y no tomar posición.
Zapatero recordó que existe un «diálogo activo» con Estados Unidos sobre esta cuestión. Lo cierto es que varios países europeos han puesto pegas al uso de estos escáneres que proporcionan una imagen muy detallada del cuerpo de un pasajero, casi como si estuviera desnudo. Holanda y Reino Unido han afirmado ya que los implantarán, y Francia e Italia se muestran partidarios de hacerlo. Pero el jefe del Ejecutivo insistió en que, en tanto no haya un acuerdo general, su obligación es ser «respetuoso».
Además advirtió de que si la medida se lleva a cabo deberán existir «garantías» de que efectivamente refuerzan la seguridad y son adecuados al objetivo que persiguen. Las pegas que encontraron a este sistema el grupo de expertos comunitarios reunidos la semana pasada eran de diversa índole: los posibles riesgos para la salud del individuo -que se consideran prácticamente inexistentes- y la vulneración del derecho a la intimidad de los pasajeros.
«Inevitable», según Blanco. El ministro de Fomento, por el contrario, indicó que resultará «inevitable» implantar estos dispositivos en los aeropuertos españoles para garantizar la seguridad, aunque reconoció que este mecanismo puede invadir la intimidad de los pasajeros. Por ello abogó por una la inmediata destrucción de las imágenes y la mejora de la tecnología de los aparatos. Blanco apuntó, no obstante, que la incorporación de escáneres corporales a los aeropuertos españoles no es una decisión que pueda tomar por sí sólo el Gobierno español, sino que se hará en el marco de la Unión Europea y en colaboración con Estados Unidos.