Crónica | paula de las heras
Un acto peculiar
Un verdadero acto de culto a Dios. Eso es el National Prayer Breakfast. Zapatero había intentado rebajar su carga religiosa cuando, hace unas semanas, se supo que actuaría en él como invitado de honor . Lo cierto es que no había disfraz posible.
La mañana se abrió con un «Unamos nuestros corazones en oración» y se cerró con un «En nombre de Cristo», sazonados con cánticos cristianos.
Es verdad también que esta macrocelebración organizada por la asociación ultracristiana The Family tiene una parte más lúdica: esa que comienza cuando se acaban los discursos y en la que los invitados -”entre los que se encontraban varios diputados españoles-” aprovechan para hacer relaciones con destacados representantes de la política y los negocios. Pero de eso no participó Zapatero.
En Washington hubo polémica porque la organización en defensa de los valores éticos en la política Crew acusó a La Familia de participar en Uganda en la presentación una dura ley contra los homosexuales.