«Va a destruir más puestos de trabajo que los que va a crear»

Manuel Martínez advirtió también de que la teoría de que una instalación de estas características crea puestos de trabajo es falsa. «En realidad, se destruyen muchos más de los que se traen nuevos, porque desaparece la población y no vienen nuevos habitantes, además de que las empresas huyen y no se instalan en estas zonas en las que hay residuos nucleares», se quejó.

«Cabril ha perdido un 25% de la población que tenía y en Ascó van a un ritmo de 18 habitantes menos al año. No es de sorprender. Los estudios internacionales demuestran que en un radio de acción de 25 kilómetros a la redonda de un ATC de estas características aumentan de forma alarmante los casos de cáncer y las enfermedades relacionadas con las radiaciones».

«Se trata de un problema suficientemente importante como para poner en juego el futuro de las próximas generaciones, con las que tenemos un compromiso ineludible», destacó Martínez.

Urbano Seco insistió: «Donde se instalan las nucleares hay miedo. La sociedad teme que ocurran accidentes y los más graves han llegado a provocar catástrofes».