Cuatro pactos en 15 años

En los últimos años sólo se han fraguado cuatro pactos de Estado sobre asuntos sectoriales, el de Toledo, el antiterrorista antitransfuguismo y el de la justicia. El único gran acuerdo global fue el de los pactos de la Moncloa de 1977 que involucraron a todas las fuerzas políticas, sindicatos y empresarios para impedir un colapso de la economía que pusiera en peligro la incipiente democracia.

Pacto de Toledo. Fue una iniciativa de CiU, aunque no en un principio no tenía vocación de acuerdo formal acabó siéndolo. Surgió de la aprobación en el Congreso el 6 de abril de 1995 de un informe sobre «los problemas estructurales del sistema de la Seguridad Social y de las principales reformas que deberá acometerse». Los ejes de actuación fundamentales fueron dejar al margen de la contienda política las pensiones y reestructurar el sistema de la Seguridad Social.

Pacto antiterrorista. En realidad se llama Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo. Se firmó el 8 de diciembre del 2000 por parte de PSOE y PP a iniciativa de Zapatero, entonces líder de la oposición. Ha demostrado ser una de las armas más eficaces de la lucha contra ETA, pese a que uno de sus principios rectores, situar la lucha antiterrorista fuera del debate político, no siempre se ha cumplido.

Pacto antitransfuguismo. Firmado el 7 de julio de 1998 por todas las fuerzas políticas, cuando Mariano Rajoy era ministro de Administraciones Públicas. Su éxito ha sido relativo porque si bien ha logrado menguar este fenómeno no lo ha liquidado.

Pacto por la justicia. Suscrito en el 2001 por socialistas y populares para modernizar la administración de justicia y consensuar reformas legislativas. Enseguida fue motivo de controversia, pero, entre otros logros, permitió acordar la reforma del Código Penal de 2003 e introducir la filosofía del cumplimiento efectivo de penas.