Los sindicatos temen que la comisión política les relegue a un segundo plano

Los dirigentes sindicales no acaban de tener claro el papel del nuevo sanedrín designado por el presidente del Gobierno para combatir la crisis, integrado por la vicepresidenta económica y los ministros e Fomento e Industria, y temen que su protagonismo -”al no formar parte su principal interlocutor, el ministro de Trabajo Celestino Corbacho-” relegue a los interlocutores sociales a un segundo plano, al desplazar todo el peso de las negociaciones al ámbito político. Cándido Méndez, secretario general de UGT, justifica la ausencia de Corbacho, por entender que, de esa forma, «se preserva para el ámbito del diálogo social» todo lo relacionado con las reformas del mercado laboral. El dirigente de CC.OO. Ignacio Fernández Toxo, quien considera cuando menos «extraño» que el responsable del fomento de la actividad no aparezca «cuando la primera prioridad del Ejecutivo debiera ser la creación de empleo».