Reportaje | m. almanza / A. Domingo
El agua que se escapa
Las intensas precipitaciones que la provincia lleva soportando durante semanas desbordan varios ríos en distintos puntos anegando riberas e instalaciones deportivas, además de cortar carreteras
Esperando a la tormenta perfecta, la borrasca que hoy y mañana dejará rachas de viento huracanadas en la provincia, zonas de León seguían ayer afectadas por los efectos de las intensas lluvias de los últimos días. La Confederación Hidrográfica del Duero comenzó el desembalse del pantano de Villameca para evitar posibles daños en caso de que su nivel aumentara con nuevas lluvias o el deshielo, según confirmó ayer el alcalde de Quintana del Castillo, Emilio Francisco Cabeza.
El regidor calculó que la liberación del caudal del pantano, de 20 millones de metros cúbicos de capacidad, empezó cuando éste contenía unos 18 millones. «Si no hubieran soltado agua se habría desbordado», indicó.
Mientras, la carretera que une Villaobispo de Otero con la de Pandorado permanecía ayer cortada al estar «completamente inundada», indicó el alcalde, Joaquín Llamas, que vinculó esta situación con el desbordamiento del río Tuerto por el desembalse de agua en Villameca. El cierre al tráfico del vial comenzó en la tarde del jueves, cuando la situación se complicó «porque el desembalse de Villameca aumentó».
Por su parte, el alcalde de Villamejil, Ángel Carrera, también confirmó que el Tuerto entre Castrillos de Cepeda y Villamejil, y más arriba de Cogorderos se había desbordado, anegando fincas de árboles aunque sin causar daños.
Además, en Calzada de la Valdería hubo un corte de luz entre las 22.00 horas del jueves y las 4.00 de ayer al llevarse el río Eria una torreta. Unión Fenosa trabajó durante toda la jornada en el arreglo de la avería. De momento, ha tenido que instalar un generador.
Los ríos Eria, Jamuz, Codes y Duerna también han provocado inundaciones y cortes de carretera en sus zonas, como en Castrocontrigo, en el caso de la LE-125. En Nogarejas el Codes anegó fincas y su agua no entró en las casas gracias a las obras de encauzamiento que acometió en su día el Ayuntamiento, según comentó el pedáneo, Olivio Campo .
Jimémez de Jamuz vive la inundación de sus piscinas y la depuradora, además el agua llegó a anegar sus calles. En La Bañeza el agua ha inundado parte de su área deportiva y sus aledaños en la confluencia del Tuerto y el Duerna. Este último río vivió a su paso por Destriana una gran crecida. Una máquina trabajó para retirar los chopos y otros árboles que taponaban el puente. En Quintana del Marco, el río Jamuz no llegó a entrar en el pueblo, aunque se requirió el trabajo de una grúa para intentar quitar los restos de troncos y maleza que obstaculizaban el paso del agua por el puente. El río Cea también se desbordó y anegó sus riberas en Sahagún y los pueblos vecinos y el Esla hizo lo mismo en Valencia de Don Juan.