El gasto sanitario y la dependencia, los debates que están aún por llegar

El de las pensiones no es sino el primero de los debates que debe afrontar un país que verá duplicarse su cifra de personas de más de 64 años en un plazo de 40 años. Quedan muchas cuestiones pendientes, pero las de la sanidad y los servicios asistenciales se plantean también urgentes.

El informe sobre Consecuencias del Envejecimiento de la población destaca el reto que supone para el sistema «no sólo porque el gasto sanitario aumenta con la edad, sino también porque implica un cambio en el carácter de los cuidados demandados».

El caso es que el gasto sanitario pasó de 23.557 millones de euros en 1991 a 46.681 en el 2001. Y su crecimiento no hace sino acelerarse.

Lo hace igualmente el gasto farmacéutico, «no sólo porque el importe de las recetas de las pesonas mayores es más caro por el tipo de tratamiento que requieren, sino porque la cobertura a los pensionistas es del cien por cien de ese importe».

El estudio señala también: «Otro de los desafíos del sistema sanitario ante el imparable envejecimiento de la población es la cobertura asistencial». Hasta ahora ha estado en manos de las familias, fundamentalmente de las mujeres, pero esta tendencia también está cambiando.

Según los expertos, en un futuro a corto plazo el grupo de pensionistas se nutrirá cada vez más de mujeres que han desempeñado también un trabajo remunerado fuera de sus casas. Son mujeres que tienen menos disponibilidad para atender a las personas dependientes. Y también en su caso podrán elegir entre la pensión de jubilación y la de viudedad. Una de las razones por la que se plantea también la modificación de las condiciones de esta última es que la mayoría de las mujeres elegirán su prestación por jubilación, que será más elevada que la posibilidad de acogerse a otro tipo de prestación.