El Gobierno pide a Cuba que ayude en la investigación sobre ETA y las FARC
Asuntos Exteriores envía a las administraciones de Cuba y Venezuela el auto dictado por la Audiencia Nacional, mientras el Ejecutivo asegura que colaborará con el juez
El diputado de CiU Duran i Lleida conversa con Zapatero antes de la sesión de control.
El Gobierno ha pedido a Cuba que ayude al juez Eloy Velasco en la investigación sobre las presuntas conexiones entre ETA y las FARC ante la sospecha de que alguno de los seis etarras procesados por estos hechos han residido o residen todavía en la isla caribeña.
El Ministerio de Asuntos Exteriores hizo llegar a las autoridades cubanas el auto dictado por la Audiencia Nacional poco después de haber hecho lo mismo con el Gobierno de Venezuela, del que el magistrado sospecha que pudo «cooperar» con ambos grupos terroristas para facilitar los contactos y entrenamientos conjuntos en la selva fronteriza con Colombia.
Tanto el presidente del Gobierno como el ministro Miguel Ángel Moratinos comprometieron ayer en el Congreso la «plena colaboración» del Ejecutivo con Velasco para que pueda continuar las pesquisas y trámites en ambos países.
José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que su gabinete «no permitirá ni un espacio (en el mundo) de apoyo y comprensión al terrorismo de ETA» para lo que buscará ampliar la cooperación internacional contra la banda.
Asuntos Exteriores va a dirigirse en breve a Velasco para que aclare algunos puntos de su auto y así poder poner en marcha las gestiones concretas necesarias para encausar a los seis imputados de ETA y a los siete miembros de las FARC.
Mientras la diplomacia española activa los cauces oficiales de auxilio judicial en Venezuela y Cuba, el Gobierno y el PP aprovecharon la sesión de control del miércoles para un nuevo duelo parlamentario por sus diferencias sobre cómo tiene que ser la política española respecto a estos países.
Mariano Rajoy está convencido de que los dos estados se ríen de las reclamaciones españolas. El presidente del Gobierno pidió a Rajoy que cese en las críticas partidistas, que mantenga una posición «constructiva y razonable» y que apoye al Ejecutivo en sus relaciones con Cuba y Venezuela por tratarse de «temas de Estado» y de lucha contra el terrorismo.