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Caja España respaldará de manera unánime la fusión, Caja Duero dará un sí condicionado

Intensos contactos hasta el último momento para consensuar el documento que votarán los consejos

León

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Apoyo sin fisuras. Los miembros del Consejo de Administración de Caja España votarán esta tarde a favor de la fusión con Caja Duero. La imagen que se quiere dar desde la entidad con sede en León es de absoluto respaldo al proceso, y de unidad a la hora de defender la que consideran mejor opción para el futuro de la caja. Incluso los representantes de los sindicatos apoyarán el sí a la fusión, a pesar de que la mesa laboral está bloqueada y el Protocolo Laboral, que debía haber estado ultimado y firmado antes de llegar la propuesta definitiva a los consejos, está todavía lejos de firmarse. Los representantes de los trabajadores votarán sí, aunque advierten de que su postura será bien distinta si el protocolo no se ultima antes de que la propuesta de fusión llegue a las asambleas generales.

La postura de unanimidad y respaldo de Caja España es bien distinta a la que se debate en Caja Duero. Fuentes de la negociación se han mostrado convencidas de que el proceso saldrá finalmente adelante. Hay consenso sobre la evidencia de que no existe otro camino para enderezar el futuro de ambas entidades en la situación actual. Sin embargo, las presiones y los enfrentamientos en el seno de la entidad con sede en Salamanca han amenazado hasta el último momento con dar al traste con un proceso que lleva meses pergeñándose.

La duda planea especialmente sobre la postura que adoptarán los consejeros de UGT en la cita que esta tarde tienen en la sede salmantina a partir de las 18.00 horas. La facción ugetista de Caja Duero ha protagonizado buena parte de los desencuentros en la mesa de negociación del Protocolo Laboral, y está dispuesta a llevarlos al Consejo de Administración. No son los únicos dentro de este órgano que se resisten a aceptar los acuerdos tal y como están; ni los únicos que han insistido hasta el último momento en que la convocatoria extraordinaria de hoy analizará los puntos de desencuentro, no el empujón definitivo al proceso de fusión. En todo caso, aseguran, darán un sí condicionado al proceso; ya que la dirección de la entidad salmantina se había comprometido a no aprobar la fusión hasta que los acuerdos laborales estuvieran ultimados.

Rendidas a la evidencia. El caso es que, con unanimidad o sin ella, ambas cajas parecen rendidas a la evidencia de que la fusión es un camino que ya no tiene vuelta atrás. Durante el fin de semana las negociaciones han sido intensas (también tensas en muchos momentos) para intentar consensuar el documento que finalmente votarán los consejeros esta tarde. Hasta ayer a última hora se escenificaba el tira y afloja de los arreglos al documento que recoge las condiciones de la nueva caja fusionada y el reparto de sedes y órganos de gobierno.

Límites insalvables para unos, flecos para otros; el caso es que ambas partes han tratado hasta el último momento de afinar en la redacción del documento que votarán esta tarde, para tratar de sacar ventaja ahora o en el futuro; o en último caso tener capacidad de «vender» una postura de fuerza o al menos la defensa de sus posturas iniciales.

El caso es que, advertencias de autoridades políticas y económicas a parte, en ambas entidades parece estar instalado el convencimiento de que la fusión es el único camino razonable a seguir en este momento. Hay acuerdo sobre la necesidad de sacar adelante el acuerdo. En Caja España el respaldo será unánime. En Caja Duero, está por ver.