El general Navarro irá a prisión por el caso del Yak-42
El Supremo confirma la condena a tres años por las identificaciones
El proceso judicial por los errores en las identificaciones de 30 de los 62 militares fallecidos en el accidente del Yak-42 llegó ayer a su fin. El máximo responsable de aquellas filiaciones, el general médico Vicente Navarro, ingresará en prisión para cumplir una condena de tres años de cárcel por falsear las identidades de las víctimas. El Supremo confirmó además los 18 meses de prisión para sus dos subordinados, el comandante José Ramírez y el capitán Miguel Sáez, en calidad de cómplices de su superior. Las familias aseguraron que esta sentencia palia, en parte, su sufrimiento. El PSOE, a su vez, reclamó al ex ministro de Defensa Federico Trillo que asuma sus responsabilidades.
Las penas de prisión para el general Navarro, ya retirado, y los dos oficiales conllevan su expulsión inmediata de la carrera militar, el peor castigo para un profesional de las Fuerzas Armadas. Asimismo, el Gobierno tiene intención de retirar las condecoraciones recibidas por el general a lo largo de su vida castrense.
Los tres mandos reclamaban al Supremo su absolución, mientras que la asociación que representa a la mayoría de los familiares pedía que se elevasen las penas de prisión. El general Navarro defendía que no cometió delito de falsedad porque los certificados médicos de defunción eran «inocuos e intrascendentes», mientras que sus subalternos alegaron obediencia debida a su superior, esto es, que se limitaron a cumplieron órdenes.