Diario de León

| Jorge Revenga

La Semana Santa leonesa: un potencial olvidado

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Jorge Revenga
León

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Lo han vuelto a demostrar. Las dieciséis cofradías de la ciudad y las dos bandas independientes de la Semana Santa pusieron nuestro León en lo más alto de las celebraciones primaverales de ámbito estatal. Aportaron a León muchos más recursos económicos que los que ninguna otra actividad de este tipo. Los hoteleros y hosteleros han reconocido el éxito de la Semana Santa 2010 -”y mira que es extraño con lo que suelen «llorar» habitualmente-”. Otras muchas empresas de las que no suele hablarse cuando tratamos estos asuntos, han hecho también su agosto en primavera: imprentas, floristerías, sastrerías, medios de comunicación, empresas publicitarias, tiendas de instrumentos musicales-¦

Los leoneses parece que se han volcado como nunca con su Semana Santa. Es de justicia. Pero al igual que las casi veinte mil personas que están implicadas en representar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo lo han conseguido, mucho nos tememos que lo que ha sucedido habitualmente desde que el que esto escribe tiene uso de razón, volverá a pasar.

Los medios de comunicación nacionales obviarán nuestra Semana o acaso dedicarán unos minutos justo a la noche de Jueves Santo y para potenciar una celebración pagana que nada tiene que ver con la grandeza de nuestra Semana. Y no voy a ser yo quien diga que no tiene su lugar, no. Nunca lo he hecho. Lo que no puede ser es que se oculte el resto.

La Junta de Castilla y León silenciará nuestra semana. O informará de ella en bajo y con tantos errores de bulto que cualquier parecido con la realidad será pura coincidencia. Y no me digan que no será porque no se presentan quejas año tras año. La sordera -”o la ignorancia buscada de propósito-” será la respuesta. Volverá, además, a fijar las vacaciones escolares para dificultar la participación de los niños -”cuando no también de los padres-” en los cortejos. La cuestión sería anecdótica si no fuera porque varias ciudades y pueblos de nuestra Comunidad tienen reconocidos los más altos títulos turísticos para su Semana Santa. Vamos, que ni a propósito.

Nuestro Ayuntamiento a quien debe reconocerse y con un fuerte aplauso -”de corazón-” el trabajo que desarrolla estos diez días (limpieza de calles, traslado de tronos, seguridad, escoltas y otras muchas tareas) estropea este trabajo olvidando algunos «pequeños detalles» de los actos de la semana como es el que se sonoricen adecuadamente -”o si no pueden o no quieren hacerlo, deberían dejarlo en mano de las hermandades; quizás ellas no se olviden-”. O la cesión de un espacio como el Auditorio para el Pregón: no es de recibo sentarse en unas butacas rotas y desvencijadas (gracias, por otra parte, al recreo Industrial a quien no puede reprocharse nada). Pero además, la semana santa sólo parece importar esos diez días. Llegará de nuevo Fitur y otras ferias de esas que se organizan ahora no se sabe muy bien para qué y nuestra Semana Santa volverá a estar ausente. Miento. Se promocionará solo a través de La Horqueta, asociación que sin ningún medio económico lo hace simplemente por amor a su Semana. Por favor, munícipes: olvídense de guerras de gobierno y oposición que nos hacen sonrojar muchas veces -”con lo que hay que oír-” y apuesten de una vez por todas por esos diez días. De verdad. Que no sea una mera cuestión de imagen. Metan ustedes el hombro, por favor. Un paso, cuando unos pujan y otros no, corre el riesgo de caerse.

La Diputación Provincial dice que está para otros asuntos. Y es verdad, no lo vamos a negar. Pero también desde el Palacio de Los Guzmanes podría hacerse mucho más. La Provincia, en su conjunto, es rica en semanas santas. Y puede incluirse la promoción en los «paquetes», como ahora parecen denominarse las propuestas turísticas.

A nuestra Junta Mayor -”que ciertamente parece que ha dado unos pequeños pasos en aras de un mejor funcionamiento-” le queda mucho camino por recorrer. Ahora que hay alguna ayuda económica, deberían ponerse mucha más cabeza en emplearla. En promocionar la Semana con publicaciones, en papel y videográficas, de calidad (no como las aparecidas en los últimos años que a algunos -”si no a todos-”, al tenerlas en nuestras manos, nos daban ganas de llorar). Este mismo año, sin ir más lejos y por poner sólo un ejemplo, en el programa oficial impulsado por la propia Junta Mayor hubo errores imperdonables. Échense fuera la desidia, por favor. Las cosas o se hacen bien, o no se hacen.

Todos se quejan amargamente de que es una lástima que solo esté repleta la ciudad de jueves a sábado pero-¦¿Hacen algo para llenar el resto? No, por supuesto. Y podría hacerse pero no se quiere. Simplemente es así. Ni se promociona ni se buscan otras alternativas aun desconocidas en nuestra ciudad. Solo un ejemplo: ¿Podría organizarse un Festival de Música Sacra? Podría. ¿Por qué no? Y como ésta, cabrían muchas más iniciativas -”que atraerían no solo a los amantes de la «paponada»-” pero quizás para eso, todos (Junta de Castilla y León, Ayuntamiento, Diputación, Junta Mayor, medios de comunicación y papones) deberían remar en la misma dirección. Yo, por si acaso, ya me he comprado un salvavidas. Lo siento pero uno ya es muy mayor para creer.

Ah, y de paso, a ver si de una vez por todas, a alguien se le ilumina una bombilla, e instala un cableado entre todos los implicados para hacer el Museo de Semana Santa que lleva sesenta años en boca de los políticos de uno y otro signo...

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