La Ley de Desarrollo Rural deja fuera de sus prioridades a más de 155.000 leoneses

Once textos preliminares y tres intentos de aplicación después, con dos correcciones incluidas, el programa de desarrollo rural sostenible (2010-2014) tiene un mapa. Y con el mapa, la certificación de una exclusión, de la aplicación de dos velocidades para atender a las urgencias del campo.

Según el último documento elaborado por el Ministerio de medio Rural, «versión tras participación pública», tal y como los define el propio testamento ministerial, 155.865 habitantes leoneses del medio rural no serán prioritarios para las actuaciones de la Ley de Desarrollo, presentada como última oportunidad para salvar la actividad en este entorno. Ese segundo nivel de clasificación definitiva para optar a las intervenciones agrupa más población de la que se asienta en el trono prioritario, establecido en el artículo 10 de la Ley: zonas rurales a revitalizar son aquellas con escasa densidad de población, elevada significación de la actividad agraria, bajos niveles de renta y un importante aislamiento geográfico o dificultades de vertebración territorial. En el documento inmediato al que ahora ha publicado el Gobierno, los municipios más pobres de la provincia leonesa no llegaban a superar este corte. Ahora se han rescatado una veintena del área delimitado como León Sudeste, la ribera del Porma, parte de los valles del Esla o el Cea y el área de Payuelos. La reclamación de la Diputación de León llegó a surtir efecto. Aunque no para todos, con lo que se abre una fuerte agravio interno en la provincia leonesa, entre municipios de igual o peor renta o condiciones económicas de los que se han quedado excluidos de la prioridad de inversión, y también un agravia para León con respecto a otros territorios provinciales, donde se ha clasificado como nivel 1 -"a revitalizar-" a todas las comarcas de una provincia, sin excepción. Esa segunda posibilidad, nivel intermedio, que en la práctica significará que los proyectos financiados a cargo de la discriminación que persigue la Ley Rural no van a verse agraciados por ayudas, agrupa en León a 111.000 habitantes dispersos en un territorio tan variopinto como la montaña leonesa, El Bierzo, áreas del sur, parte de las Vegas del Esla (donde conviven sin un criterio bien definido los municipios de primer y segundo nivel), áreas de La Cepeda (tampoco la comarca entera) y las zonas de frontera por el sur y suroeste de la provincia.

La toma en consideración de las alegaciones presentadas desde la Diputación contribuyó a definir así el orden de preferencia para el reparto del dinero que administrará la Junta de Castilla y León tras evaluar los proyectos de desarrollo económico y social que partan de la provincia: León Norte se clasifica a revitalizar con más de 71.000 habitantes; 26.500 se pueden beneficiar del mismo catálogo en León Sudeste; León Suroeste a grupa a 13.500 habitantes con el mismo distinto de prioridad en las actuaciones.

Intermedia, segundo nivel para cualquier intervención ante proyectos de desarrollo que se vayan a aplicar, se define el área León Centro Sur, donde viven 110.500 habitantes que junto a los 45.297 localizados al noroeste de la provincia forman la amplia representación poblacional del mundo rural leonés que tendrá que ponerse a la cola para recibir financiación a cualquier intento de impulso.

Sorprendidos entre los afectados, se preguntan qué criterio han empleado las administraciones para quitarle el beneficio de la prioridad a un municipio como Palacios de la Valduerna o Pobladura Pelayo García y que sí lo sea Aguilar de Campoo o Guardo, o Briviesca. Y apuntan a la letra de la ley, que dice: zona rural intermedia es aquella de baja o media densidad de población con empleo diversificado entre el sector primario. Cebrones del Río, por ejemplo.