Diario de León

Reportaje | marco romero

El lendakari del Bierzo

Una exposición que inaugura hoy su única descendiente, trae a León la trayectoria vital, política y sindical de Ramón Rubial, histórico presidente del PSOE y primer lendakari del País Vasco

El carné que acreditaba a Ramón Rubial como presidente del Consejo General del País Vasco.

El carné que acreditaba a Ramón Rubial como presidente del Consejo General del País Vasco.

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24 de mayo de 1999. Ramón Rubial Cavia, presidente del PSOE, fallecía a los 92 años de edad. La llegada de su féretro a hombros de dirigentes socialistas al Palacio Foral, donde Rubial había sido elegido en 1978 presidente del Consejo General vasco, fue recibida entre aplausos y escenas de emoción. Euskadi decretaba tres días de luto oficial para honrar la memoria del entonces padre del socialismo, un hombre «para el que la libertad y la democracia» fueron los principios fundamentales con los que vivió, militó y trabajó, según recuerda su hija, Lentxu Rubial. La única descendiente del político y sindicalista presidirá hoy el acto de inauguración de la exposición «Ramón Rubial, lendakari: la memoria resctada de Euskadi», que tendrá lugar a partir de las once de la mañana en el Auditorio de León. Es la primera vez que la muestra, compuesta por más de 70 fotografías históricas sobre la vida de Rubial y el socialismo vasco desde principios del siglo XX, sale del País Vasco, donde ha itinerado por las tres provincias desde que fue concebida por la fundación que lleva el nombre del dirigente socialista.

De familia. Los orígenes bercianos de Ramón Rubial se localizan en la pequeña población de Robledo de las Traviesas, en el municipio de Noceda. Su padre, José, había nacido allí, pero a los ocho años se trasladó con su familia al País Vasco. Con el tiempo conoció a la que después sería su mujer, Leonor Cavia, que había llegado con dos años a Bilbao acompañando a su padre albañil, procedente de Santander. En 1905 se casaron y un año después nació en Erandio (Vizcaya) Ramón Rubial Cava, que con los años se convertiría en senador, presidente del PSOE y primer lendakari en la etapa preautonómica. «Hará 16 o 17 años estuvo en mi casa y vino a estos pueblos a hacer un recorrido con la gente del partido», explica por teléfono una pariente lejana de Robledo, donde aún reside un primo del insigne socialista.

Y es que Ramón Rubial pasó parte de los últimos años de su vida visitando todas las agrupaciones locales del PSOE que pudo. Su hija recuerda que en esa etapa fraguó lazos y estableció contactos con pequeñas organizaciones socialistas de todo el país, una tarea agotadora que se desconoce de cualquier otro político.

El año 1920 es el punto de partida de una vida marcada por el compromiso y la lealtad a las ideas socialistas. En esa fecha, Ramón Rubial tiene 14 años e ingresa como aprendiz en los talleres Babio e Iribarren. Ya en su primer trabajo se afilia al Sindicato Metalúrgico de Vizcaya de la Unión General de Trabajadores. Había estudiado en la escuela primaria de Erandio y después en la Escuela de Artes y Oficios, donde aprendió su trabajo de tornero. Ya en 1923, Ramón se afilia a las Juventudes Socialistas y participa en la huelga convocada contra el golpe militar de Primo de Rivera. Esta lucha permanente en defensa de las libertades provocó en 1930 su primera detención por distribuir un manifiesto en Bilbao tras la sublevación republicana de Jaca. Pero su verdadero calvario llega el 1 de noviembre de 1937. Ramón es detenido en Bilbao cuando intentaba llegar a zona republicana, tras caer el frente del Norte. Es conducido a la cárcel de El Carmelo donde permanece hasta el 18 de marzo de 1938. En esta última fecha, un Consejo de Guerra le condena a 30 años de prisión que le conduciría por distintos penales del país durante 20 años.

Décadas de calvario. El 23 de agosto de 1956, según recoge la biografía difundida en Facebook con textos aportados por el socialista Sebastián Gálvez Fonseca, Ramón salió de El Dueso en libertad vigilada, contando inicialmente con el propósito de reunirse con su mujer y su hija en Chile, país en el que se habían asilado dos años antes. «Mi madre y mi abuela materna emigraron a Chile conmigo para esperarlo, pero él nos dijo que volviéramos, que la democracia le necesitaba», relata Lentxu Rubial. Fue la dirección del PSOE quien le pidió que permaneciese en España para encargarse de la organización del partido desde dentro, tarea a la que se dedicó durante las dos décadas siguientes. En 1959 se celebra en el exilio el VII Congreso del PSOE en el que Ramón Rubial fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva. En abril de 1967, a raíz del estado de excepción decretado para Bilbao en respuesta a los movimientos huelguísticos, Ramón es deportado a La Hurdes, situación que se prolongará hasta el mes de junio. En 1968 fue otra vez detenido y procesado por el Tribunal de Orden Público, pero sigue trabajando intensamente en la reorganización del PSOE.

En democracia. Llega 1976 y tiene lugar el XXVII Congreso del PSOE, primero que se celebra en España. Ramón Rubial es elegido Presidente del PSOE. En las Elecciones del 15 de junio de 1977 también será elegido senador por Vizcaya, dando inicio a una presencia en la Cámara alta que también se prolonga hasta su desaparición. El 17 de febrero de 1978 Ramón será elegido presidente del Consejo General vasco, responsabilidad en la que permaneció durante más un año. A lo largo de más de dos décadas, Ramón Rubial fue reelegido en los sucesivos congresos como presidente de los socialistas, convirtiéndose en uno de los referentes político y moral para cualquier socialista.

«Era un buen político y eso siempre va unido a ser buena persona», subraya su hija. «Era un hombre recto, muy serio, amigo de sus amigos y muy enemigo de los que se portaban mal», añade. «Si no le gustaba algo, con una sola mirada ya lo sabías». «Pero, sobre todo, era una persona muy desinteresada» en otras ambiciones que no fueran la lucha y la defensa por la democracia y las libertades.

Pese a ello, Ramón Rubial ha sido ignorado en el País Vasco «porque no era nacionalista», critica Lentxu. Así nació la exposición para rescatar la figura de uno de los dirigentes políticos y sindicales más importantes del siglo XX en España, en el marco también del 30 aniversario del Consejo General del País Vasco, del que fue primer lendakari. La muestra ya se ha expuesto en Bilbao, Guipúzcoa y Álava y la Fundación Ramón Rubial, presidida por su hija, decidió ofrecerla al resto de agrupaciones del partido. El PSOE leonés, aprovechando la conmemoración del 131 aniversario de su fundación, ha tomado el relevo y tutelará hasta el próximo día 31 esta exposición.

Su temprano compromiso político y sindical, su lucha por las libertades, su compromiso antifranquista, su larga estancia en la cárcel, su protagonismo en la recuperación del sistema democrático y los cargos que ostentó durante la democracia son algunas de las facetas de su larga trayectoria de compromiso activo con ideas y valores que dieron sentido a su vida y que quedan perfectamente reflejadas en esta muestra.

Viaje a la historia. En el montaje, Ramón Rubial acompaña al visitante, a veces en primera persona, por los escenarios y tiempos que le tocó vivir, desde el compromiso político y sindical con los más desfavorecidos hasta sus relaciones con las más altas instancias del país. Se muestra su lucha y esfuerzos por establecer la justicia, la libertad y la democracia. Se le acompaña en sus derrotas, como en la Revolución de 1934, la Guerra Civil, su estancia en las cárceles, la larga noche del franquismo... También comparte sus éxitos y alegrías: la República, la lucha antifranquista, la recuperación de la democracia, primera Lendakaría después del franquismo, el escaño en el Senado, la Presidencia del PSOE, la victoria socialista de 1982 y sucesivas hasta 1996.

La exposición está compuesta por más de 70 fotografías cedidas por el Archivo Histórico de la Fundación Ramón Rubial, que impulsó en 1990 bajo el nombre inicial de Fundación Españoles en el Mundo con el espíritu de «superar el pasado», como él mismo enunció en 1991. «No renunciamos a la memoria, pero tenemos la mirada puesta en al realidad actual y en el futuro». La exposición está formada por varios paneles explicativos con impresiones digitales de calidad fotográfica, en formato de un metros por 1,2 metros, lo que la convierten en una muestra ágil, aunque completa.

«Duro en lealtad». El que fuera presidente del PSOE, Ramón Rubial, escribió su propia biografía, prologada por Felipe González. El ex presidente del Gobierno dijo de él: «Para mí es su talante, su dimensión humana, lo que llama más la atención de su vida». «Cuando me preguntan por él -"añade-" siempre vienen a mi recuerdo anécdotas que definen esta personalidad. Ramón, hombre duro en la lealtad a sus ideas, es tolerante con los demás y en su espíritu nunca le vi un sólo impulso vindicativo. Nunca quiso ajustar cuentas con la Historia. la asumió y siguió luchando. [...] Así es este hombre cuyo ciclo vital se confunde con el siglo».

«Cuando muera quisiera que dijeran de mi, se fue un amigo», escribió Ramón Rubial.

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