El peor trago de ZP

Zapatero tuvo que pasar ayer su peor trago parlamentario al anunciar al Congreso medidas de ajuste del déficit tan duras e impopulares. Y lo hizo ante un jefe de la oposición, Mariano Rajoy, que le puso de vuelta y media. Intensos y muy reiterados han sido los aplausos que recibió de los suyos el líder del PP durante el debate.

Los del grupo popular se fijaron en que, cuando el presidente ha acabado su discurso, varios socialistas no se han puesto en pie, como el resto de compañeros, mientras aplaudían, entre ellos Alfonso Guerra y Francisco Fernández Marugán.

Zapatero tardó 20 minutos en ir al meollo, tras explicar los acuerdos urgentes en defensa del euro alcanzados el fin de semana en Bruselas, y cuando lo hizo, leyó las medidas del ajuste con cierta rapidez, como si quisiera pasar el mal trago cuanto antes. Consciente de la repercusión que van a tener en los ciudadanos, Zapatero ha admitido que para el Gobierno no es fácil decidir las medidas, y no ha ocultado que su plan es duro, aunque necesario. Incluso al final de su alocución cambió el destinatario de sus palabras, que en vez de los diputados han pasado a ser los ciudadanos, a los que ha pedido un gran esfuerzo, de tú a tú: «Sois la columna que sujeta al país. Sois los que cargáis con su peso».

Ya en la tribuna, el primer aplauso le llegó a Rajoy cuando no había acabado ni su primera frase, y así siguieron jaleando a su líder. Ha reprochado a Zapatero que no hiciera caso a sus advertencias sobre el déficit, le ha asegurado que Bruselas tiene sometida a «protectorado» la gestión del Gobierno y le ha acusado de improvisar, una vez más. Luego le ha pedido que suprima ministerios y reduzca subvenciones a la patronal, sindicatos y partidos.

Cuando ha tomado la palabra el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, también ha pedido menos ministerios y extender a los diputados la reducción salarial.

Josu Erkoreka, del PNV, ha tirado de refranero para comparar la economía con el «perro flaco» al que «todo son pulgas», y que no se salva aunque se maten los parásitos, mientras Joan Ridao (ERC), ha pedido a Zapatero que «se ponga a dieta» quitando ministerios.

Mientras intervenían estos portavoces el pasillo del Congreso ya se había convertido en un hervidero de corrillos de diputados, periodistas, y hasta ministros, animado como hacía tiempo. Los del PP, daban a entender que Zapatero no llegará a las próximas generales. Mientras, los del PSOE trataban de justificar el «marrón» y aseguraban que los ciudadanos lo asumirán pese al nubarrón de movilizaciones callejeras que despunta por el horizonte,.

A los periodistas se les entregó abundante información del ajuste en documentos muy didácticos, eso sí, impresos a doble cara. Por aquello del ahorro, que el recorte ya ha empezado.