Una ingeniosa «máquina eléctrica» para usos terapéuticos

El testamento del médico y físico Manuel Martín no deja duda alguna de las inquietudes intelectuales e investigadores de este personaje ilustrado.

Decepcionado por la falta de éxito en sus gestiones para conseguir la Cátedra de Medicina Quirúrgica y Farmacopea en León, Martín menciona en el codicilo que añadió al testamento en vísperas de su muerte la donación de una «máquina eléctrica», que poseía y que al parecer él mismo se había fabricado, a la Universidad de Oviedo «para los interesados en el estudio de la física y la medicina».

«Creo que este ingenio mecánico producía el efecto Volta», descubierto por el italiano del mismo nombre, y posiblemente indagó en posibles usos terapéuticos del ingenio, apunta Elena Aguado. El efecto Volta hace que dos metales de diferente potencial colocados en una superficie de contacto disocian la energía. Volta encontró por casualidad este comportamiento y logró envasar la electricidad.