La Fiscalía cree que los aberzales siguen mezclando «bombas y política»
La Audiencia Nacional debe decidir si mantiene el procesamiento contra Otegi y Usabiaga por servir a ETA al fundar Bateragune como sustituto de Batasuna
El proyecto político Bateragune, cuyas cabezas visibles eran el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y el ex secretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga, daba «cobertura a las tesis de ETA» y mantenía una estrategia que «consistía en combinar la actividad institucional con las pistolas y las bombas». Con estos argumentos, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió ayer al tribunal que mantenga el procesamiento de los impulsores de esa plataforma política y rechace los recursos presentados por seis de los ocho imputados en esta causa, a los que acusan de un delito de integración en organización terrorista.
El fiscal Vicente González Mota defendió ante el tribunal de la Sala de lo Penal, que este jueves se reunió a puerta cerrada para revisar el recurso de apelación, que Bateragune «forma parte de la estrategia que ya ha sido declarada ilegal por la Audiencia Nacional, la Sala Segunda y la Sala del 61 del Tribunal Supremo», que no es otra que crear un «referente político independentista» que sustituyera a Batasuna dentro de la táctica político-militar de ETA. Bateragune tenía previsto presentarse en público esta primavera, y su finalidad era concurrir a las elecciones municipales y forales del 2011.
Integración en banda armada. En el auto de procesamiento, dictado el 25 de enero por el juez Baltasar Garzón, se acusaba de un delito de integración en banda armada a los Otegi y Díez Usabiaga, además de los miembros de la izquierda aberzale Miren Zabaleta (hija del dirigente de Aralar Patxi Zabaleta), Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez, José Luis Moreno Sagües, José Manuel Serra y Amaia Esnal. En la actualidad permanecen en prisión Otegi, Zabaleta, Rodríguez y Jacinto. Díez Usabiaga salió de la cárcel el pasado 26 de abril para que pudiera cuidar a su madre.
El juez Garzón concretó que una de las actividades de Bateragune y, en concreto, de Otegi, era «conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de ETA» o facilitar los contactos con otras formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas o independentistas que exijan el cese de la violencia (-¦)».