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Zapatero no contempla otro escenario que el de agotar la presente legislatura

El presidente busca rescatar aliados con las reformas laboral y financiera

Zapatero, durante la aprobación del plan de recortes.

Publicado por
p. de las heras | madrid
León

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El Gobierno no contempla otro escenario que el de agotar la legislatura, pero sobre su grupo parlamentario se cierne una incertidumbre: cómo ir superando el día a día sin dar una imagen agónica. La estocada verbal del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, en el pleno de convalidación del recorte del gasto ha hecho mella en el PSOE. Mucho más que el -˜no-™ inesperado del PNV. Su amenaza de «desconectar al Ejecutivo de la red» -”como gráficamente lo describía este viernes un veterano socialista-” tiene un precedente en 1995 y por eso resulta más creíble.

La situación de soledad extrema del Gobierno, plasmada en la votación del jueves, ha llevado al entorno de Zapatero a reconocer una evidencia. «Tenemos que reconstruir alianzas; no nos vale con prorrogar el presupuesto», dicen en la Moncloa.

La aprobación de las cuentas públicas para el 2011 es clave, mucho más que ninguna de las votaciones que se producirán de aquí a fin de año. En realidad, técnicamente, su prórroga no sería tan grave. «Del mismo modo que este año hemos aprobado dos acuerdos de no disponibilidad sobre las cuentas del 2010, podríamos hacerlo el 1 de enero del año próximo», argumenta la propia vicepresidenta segunda, Elena Salgado. La cuestión es política. ¿Cuánto puede aguantar, en medio de una crisis económica tan devastadora como la actual un Gobierno que sólo cuenta con respaldo de su grupo parlamentario, por más que éste cuente con 169 diputados? «Hay que abrir una reflexión interna y externa sobre esta cuestión -”reclama uno de los parlamentarios más bregados en negociaciones presupuestarias-”. Deberíamos intentar entrar en una fase de estabilidad porque no se puede llevar a la cámara la abstención sistemática».

Es el eterno deseo de atrapar a un aliado fiel que dé seguridad. El problema es que, de momento, el presidente del Gobierno sigue sin estar dispuesto a abandonar la táctica de la «geometría variable» para buscar socios permanentes de viaje; una alternativa que, en cualquier caso, sería difícil de trabar en un momento como el actual.