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Publicado por
María Jesús Muñiz
León

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Los primeros planes para crear una caja de ahorros surgen en la Sociedad de Amigos del País en 1835, unidos a la constitución de un Monte de Piedad. El Gobierno impulsaba su creación como instituciones «destinadas a fomentar el ahorro entre las clases laboriosas, mediante cortos y periódicos ingresos que con el interés proporcionado contribuirán a propagaPr el espíritu de la economía y, con él, la inclinación al trabajo». En 1839 el Gobierno propuso la creación de una caja en cada provincia.

El proyecto fue retomado y relegado sucesivamente durante varias décadas, siempre con el objetivo de favorecer a las clases más necesitadas, pero no fue hasta 1880 cuando se crea el reglamento para la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, con estos objetivos: «Aliviar el infortunio del necesitado, atacar la usura por considerarla un grave mal social, y facilitar los medios para hacer ahorros que contribuyan al mejoramiento de las costumbres y al estímulo del hábito de la previsión». Incluye las actividades del Monte de Piedad y la cncesion de préstamos en pequeñas cantidades y con bajos intereses.

La caja estaría regida por representantes de los tres sectores de la sociedad leonesa: la administración (que incluía también al obispo); siete vecinos de León escogidos entre los clientes o empresarios locales y la Sociedad de Amigos del País. La entidad comenzará a funcionar con los primeros meses del siglo XX, y durante sus primeras décadas de vida destacó especialmente su carácter social y de auxilio.

Desde mediados de siglo hasta principios de los 90 la caja leonesa vivió una época de esplendor, fuertemente saneada y muy vinculada al territorio. Su historia dio un giro radical cuando en 1988 comenzaron las negociaciones entre distintas cajas de la comunidad para alumbrar entidades más fuertes, de acuerdo con lo que exigía el mercado.

Desde el primer momento se intentó unir a Caja León con Caja Salamanca, las dos más fuertes, aunque la propuesta fracasó. El 23 de abril de 1988 se inició un proceso de fusión, que duraría dos años, entre Caja León, Caja Zamora, Caja Palencia, Caja Provincial de Valladolid y Caja Popular de Valladolid. Nació así Caja España, la primera entidad financiera de Castilla y León y la décima, hasta hace muy poco, del ranking nacional.

Caja Palencia era la más antigua, fundada en 1881 por el Ayuntamiento de la capital, y que aportaba también la Caja Rural Comarcal de Carrión de los Condes. Por su parte la Caja Popular de Valladolid nació en 1916 como Casa Social Católica, que creó la Cooperativa de Crédito Popular y Caja De Ahorros y Préstamos de Valladolid. En 1927 se había fundado también, por parte del Ayuntamiento, la Caja de Ahorros Provincial de Valladolid.

La de más reciente creación era Caja de Ahorros Provincial de Zamora, fundada en 1965 por iniciativa de la Diputación.

En 1993 Caja España compró por 29.000 millones de pesetas el Banco de Fomento, con 103 oficinas repartidas en ocho comunidades autónomas.