Manjares y aditivos «halal» de León

Halal o jalal es la comida e incluso las costumbres aptas para gentes que practican la religión de Mahoma. Es algo más complicado que no comer cerdo o no beber alcohol. La ley islámica establece rituales de sacrificio muy precisos —degollar al animal para que salga toda la sangre de su cuerpo y, además, mirando a La Meca— y no permite aditivos que contengan las sustancias prohibidas.

En León dos empresas, Cecinas Nieto y Vitatene, se someten a los controles de la garantía Halal para abrirse hueco en el mercado de los países árabes. La marca es supervisada por el Instituto Halal de la Junta Islámica de España, con sede en Córdoba. Cecinas Nieto, de Astorga, vio la oportunidad en una feria de Dubai (Emiratos Árabes Unidos). Desde 2005, cada año renueva la marca de garantía Halal tras la inspección correspondiente y con la firma autorizada de un imán de Junta Islámica.

El siete por ciento de la producción de Cecinas Nieto —160.000 kilos al año— tiene como destino «este mercado incipiente», asegura José Luis Nieto, propietario de la fábrica. Se trata de la mejor cecina que se cura en la factoría maragata. La 5 C, que es como cinco estrellas en el ámbito de la cecina. «Es un producto de segmento alto muy valorado en el mercado musulmán de países como Emiratos, Jordania y Líbano, este último con una gastronomía muy potente», añade.

Si la cecina Halal, inscrita como Cecina de León, no va a otros países no es por falta de interés de la empresa leonesa. «Faltan acuerdos comerciales con otros países para poder vender en este mercado», asegura Nieto. Aparte de los controles de la marca de garantía Halal de Junta Islámica, la cecina que se exporta a estos países tiene que pasar la inspección veterinaria de los servicios oficiales de León.

La entrada de productos comestibles en estos países es muy rigurosa. De ahí la necesidad de acuerdos bilaterales de comercio que tiene que propiciar el Ministerio de Asuntos Exteriores. Las piezas Halal llevan la etiqueta de garantía y ocupan su propio espacio en el secadero de la fábrica de Cecinas Nieto.

Y también «Kosher». Vitatene, empresa de propiedad italiana ubicada en León, también se ha sumado a la marca Halal dentro de su proceso de implantación en los mercados internacionales. Vitatene cuenta, además, con la marca Kosher, que se exige en los mercados judíos.

En el caso de los aditivos alimentarios que se fabrican en esta empresa, principalmente carotenoides (colorantes y antioxidantes), no requieren ninguna condición específica en las técnicas de fabricación. La materia prima, que no tiene ningún componente de origen animal, le permite acceder a estas marcas que renueva cada año desde el 2005. Europa, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Japón China y países de Medio Oriente, entre ellos islámicos e Israel, son los mercados internacionales en los que se consolidan las exportaciones de Vitatene, que está en proceso de expansión por todo el mundo.

La marca Halal al igual que la Kosher, asegura la empresa, es «una garantía de buenas prácticas de fabricación y de calidad para todo el mundo».