Sequía a los pies del pantano

El agua, que con un simple movimiento de brazo sale a borbotones por el grifo, o no, ha puesto en pie de guerra a una parte de los habitantes de esta localidad que cansados de no saber si hoy tendrán agua, reclaman la solidaridad de sus paisanos, esperando que entiendan que la hierba más o menos verde se acaba segando, mientras que la sed sin agua no se pasa. Una situación paradójica si se tiene en cuenta que la zona está bañada por un embalse que este año tras las cuantiosas lluvias del invierno, está al máximo de su caudal, sin embargo «cuando hicieron el embalse no desarrollaron las canalizaciones suficientes para abastecer al pueblo» como denuncia una vecina de la población. La zona bebe y riega sus campos de la fuente del Camino de Irede que parece no dar abasto.

El problema radica «en la falta de solidaridad y mala gestión de los recursos», como afirma una de las vecinas afectadas, que ve como un año más, los fines de semana de los meses de verano, su casa, situada en la zona alta del pueblo se queda sin agua debido al regadío indiscriminado que deja a una parte de los habitantes de Los Barrios sin agua ya que como afirma esta vecina «las mangueras se enganchan a la fuente sin consideración, y apróximadamente nueve casas sufrimos este problema». Entre ellas una casa rural de la localidad que ha tenido que buscar una solución alternativa por su cuenta, a través de la creación de un pozo, «ya que no hay una solución factible y nos parece inadmisible dejar sin agua a nuestros húespedes» tal y como asegura una trabajadora de la casa rural afectada.

«No es un problema de falta de agua, es un problema de egoísmo» confiesan en el pueblo, cuya solución parece complicada «ya que el primer paso sería la concienciación, y no existe».

Pedro Fernández, presidente de la Junta vecinal de Los Barrios de Luna, espera «que el problema tenga pronto una solución definitiva». Sin embargo los vecinos deberán esperar al próximo fin de semana para comprobarlo, después de pasar la tarde del sabado y todo el domingo sin agua ya que el deposito se agotó, circunstancia que atribuyen «al mal uso del agua».Los afectados consideran que el uso indiscriminado de agua hace que no de tiempo a que el deposito se cargue de nuevo siendo la parte más afectada la zona alta del pueblo, donde el agua para llegar necesita más presión y al carecer de ésta, las casas del lugar se quedan deshidratadas.

Control del agua. Los vecinos que sufren la sequía consideran que la solución «es tan sencilla como poner contadores o si el regadío se sigue haciendo con el agua del depósito que se prohíba el riego con manguera y se busquen otras alternativas como regar a través de aspersores que derrocha mucho menos agua» ya que se carece de una canalización adecuada para que los riegos de los campos se hagan con el abundante agua del embalse de Luna. De todas maneras no se hallan convencidos de encontrar una solución rápida, debido a que como denuncian «los responsables saben que la gente riega sin medida y no hacen nada para impedirlo» además otro vecino añade « que no es un problema de ahora, que la cuestión viene repitiendose año tras año, desde hace ya mucho tiempo».

Se reclama que debería hacerse hincapié sobre todo los fines de semana cuando el turismo y el regadío desborda las posibilidades del municipio, repitiendose una vez más la situación que los vecinos denuncian.

Algunos hablan de malas intenciones, otros de ragadío excesivo, pero mientras tanto el embalse sigue lleno y sin la canalización adecuada y el deposito sin tiempo para rellenarse y abastecer a una parte de los habitantes que no saben si mañana tendrán agua o no, aunque la duda es más sería para el fin de semana. La solución esperan que llegue pronto, antes de que todo se complique más aún.